Por: Javier Bárcenas/

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, presentó una iniciativa con proyecto de decreto para reformar artículos de la Ley Federal del Trabajo, con el que se busca que el salario mínimo sea determinante para mitigar la desigualad social, la disminución de la pobreza y una mejor distribución de la riqueza.

En esta iniciativa buscan duplicar el salario mínimo, así como para que estos se fijen de conformidad con los principios establecidos en el artículo 90 de esta Ley, por una Comisión Nacional integrada por representantes de los trabajadores, patrones y el gobierno.

El decreto reformaría los artículos 90, segundo párrafo; y 94 de la Ley Federal del Trabajo, mismo que señalaría que “El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer el derecho al mínimo vital de las familias en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.

“En ningún caso el salario mínimo será inferior a dos veces el valor por persona de la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, utilizando como base el promedio de los tres últimos meses previos a su fijación.

“Los salarios mínimos se fijarán de conformidad con los principios establecidos en el artículo 90 de esta Ley por una Comisión Nacional integrada por representantes de los trabajadores, de los patrones y del gobierno, la cual podrá auxiliarse de las comisiones especiales de carácter consultivo que considere indispensables para el mejor desempeño de sus funciones”, señala el documento.

Porfirio Muñoz propone como principal eje de la presente iniciativa que el monto del salario mínimo sea determinado a partir de los estudios realizados por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social al calcular el valor mensual por persona de la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana (LPIU).

Dicha propuesta es idónea toda vez que mientras la LPIU –compuesta por el costo de las canastas alimentaria y no alimentaria en el ámbito urbano– en diciembre de 2018 alcanzó la cifra de 3,089.37 pesos al mes por persona (es decir 101.62 pesos diarios).

Explica que los trabajadores mexicanos percibieron durante dicho mes un total de 2,686.14 pesos (88.36 pesos al día) como salario mínimo, en evidente inferioridad frente al costo de la vida en México.

Si bien es cierto que el salario mínimo para 2019 se fijó en 102.68 pesos y en algunos municipios de los estados fronterizos en 176.72 –lo que representa un aumento de 16.2 por ciento y del 100 por ciento respectivamente– ubicando por primera vez en veinticinco años dicho monto por encima de la Línea de Pobreza por Ingresos

Como segundo eje de la iniciativa el legislador refiere que este consiste en elevar el salario mínimo a cuando menos dos veces el monto equivalente a la LPIU establecida por el Coneval promediando los tres últimos meses previos a su fijación.

Esto, considerando las cifras presentadas durante los meses de septiembre (3,019.67), octubre (3,027.29) y noviembre (3,061.76) de 2018 –3,036.24 en promedio–, el salario mínimo hubiera alcanzado por lo menos la cantidad de 6,072.48 pesos mensuales (199.75 pesos diarios) para el 2019 en todo el país.

Con esta medida se podría cumplir cabalmente con las disposiciones constitucionales y convencionales, pues así en una familia promedio de cuatro integrantes, los dos miembros económicamente activos cubrirían sus necesidades individuales.

En el contexto histórico, Porfirio Muñoz destaca que en nuestro país la idea de establecer un salario mínimo es una de las más importantes conquistas sociales plasmadas en nuestra norma fundamental de 1917.

Refiere que en diciembre de 1986 se creó la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), de carácter tripartita para establecer el salario y dicha Comisión actuó como una herramienta de política económica en total sintonía con el modelo neoliberal, más que como una institución con sentido social.

“Sus decisiones han sido históricamente desfavorables para los trabajadores y la correlación de fuerzas, así como la representación formal que hay en su interior, no corresponden realmente con el genuino paralelismo existente a nivel nacional”, mencionó.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define al salario mínimo como “la cuantía mínima de la remuneración que un empleador deberá abonar a sus asalariados por las prestaciones que estos hayan efectuado durante un determinado período, sin que dicha cuantía pueda ser rebajada mediante convenio colectivo ni acuerdo individual”.

Explica que el salario que perciben los trabajadores mexicanos es de ocho a nueve veces inferior al de los trabajadores de nuestros dos principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá y sobre América Latina, solamente estamos por arriba de Nicaragua y Venezuela.

Es preciso recordar que tanto en Canadá como en Estados Unidos resonó como exigencia elemental para la firma del Tratado entre México, Estado Unidos y Canadá (T-MEC) el alza de los salarios en nuestro país.

Actualmente, la fijación del salario no se rige con base en estudios de las necesidades humanas básicas, y lejos de eso, se ha constreñido el aumento salarial únicamente a la inflación pronosticada por el Banco de México.