Por: Redacción
Por generaciones, los humanos han soñado con viajar por el espacio y conocer sus aromas. De hecho, imaginaron que la Luna estaba hecha de queso y que tenía esa fragancia, y aunque hoy se sabe que no es así, aún falta mucho para una exploración interestelar, señaló Gloria Delgado Inglada, del Instituto de Astronomía de la UNAM, al participar en el ciclo de Conferencias el Universo, los Viernes.
No obstante, hay expertos dedicados a estudiar su olor, pero ¿cómo determinar esto? La respuesta está en las ondas electromagnéticas, pues las moléculas, donde estén, emiten luz con una frecuencia concreta al rotar y vibrar. Cuando esta luminosidad llega a nosotros, podemos determinar cuáles son, expuso la investigadora.
Sus olores
Al impartir la charla ¿A qué huele el universo?, Delgado dijo que quienes se han dedicado a esta tarea han descubierto que en el espacio hay sulfuro de hidrógeno (H2S) y de carbonilo (OCS), elementos con un tufo a huevo podrido y estiércol, respectivamente.
Estos compuestos se detectaron por primera vez en el cosmos en 1972, en una nube molecular en el centro de la Vía Láctea, y después en los cometas Austin, Halley y Churyumov-Gerasimenko.
También se observó algo similar en NGC253 (conocida como la galaxia de la moneda de plata), ubicada a 13 millones de años luz, donde en este momento se forman muchísimas estrellas.
El amoniaco (NH3) es otro elemento que vaga por el Universo y se caracteriza por heder a orina de perro y pescado descompuesto. Se ha encontrado en una nube molecular en la constelación de Orión, en las nubes de Magallanes, en Júpiter y en el satélite saturnino Titán.
La fosfina (que contiene fósforo, elemento importante para la vida) huele a ajo y se ha encontrado en CW Leonis, una estrella gigante roja. Parece que la intensidad de la luz emitida por esta molécula tiene que ver con la edad estelar, lo que aporta datos interesantes.
El cianuro de hidrógeno, con olor a almendras amargas, se ha detectado en comentas como el Churyumov-Gerasimenko y en el astro GL2591 (a tres mil años luz de distancia).
También hay sitios con olores más agradables, como la estrella IRAS 16293-2422, donde se encontró glicolaldehído (C2H4O2), que en condiciones adecuadas puede crear ribosa y glucosa (azúcar). Por otro lado, se ha hallado formiato de etilo —que da olor a las frambuesas y a ron— en Sagitario B, nebulosa gigantesca ubicada a 26 mil años luz.
Para finalizar, la investigadora señaló que se han localizado lugares limpios como el exoplaneta HD 189733b, descubierto en 2008, cuya atmósfera está formada por metano, gas sin color ni aroma.
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