Por: Redacción/
El Presidente de la Comisión Especial que da Seguimiento a la Construcción del Nuevo Aeropuerto, Rafael Hernández Soriano, exigió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), hacer públicos los estudios del impacto ambiental, el plan de conectividad y transparentar las finanzas, ya que las autoridades operan la macro obra “como un negocio personal poniendo en riesgo que en la Zona Metropolitana del Valle de México se cumpla con Objetivos del Desarrollo Sostenible”.
A casi dos años de iniciada la construcción del nuevo aeropuerto, “es más evidente la improvisación, la abierta necedad de impedir el escrutinio del manejo de los créditos contratados, el manejo opaco de fideicomisos y la ausencia de estudios sobre el impacto ambiental, entre otros”, añadió.
La obra multimillonaria es manejada “como un negocio personal de fin de sexenio”, por lo que “reitero el llamado a las autoridades responsables de auditar y supervisar que el desarrollo de esta construcción se ajuste a las normas, no a los caprichos e intereses del titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza”, afirmó.
El diputado federal del PRD informó que vecinos de varias comunidades de Texcoco, con quienes recientemente realizó un recorrido, denunciaron el riesgo de daño ecológico por uno de cuatro vertederos de fango extraído del predio donde se construye el aeropuerto.
De acuerdo con estudios de la Universidad Autónoma de Chapingo, el fango está contaminado con sosa cáustica, boro y cloro. El vertedero se localiza en el socavón de una mina de San Nicolás Tlaminca, aledaño a una zona arqueológica declarada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como patrimonio histórico, y junto a la reserva ecológica del Parque Nacional Molino de Flores.
“Es evidente que la ambición por los negocios y el poder por parte del secretario Ruiz Esparza está poniendo en riesgo la sustentabilidad de la megalópolis al no contar y no hacer públicos los impactos ecológicos, económico, sociales y de interconectividad”, agregó.
Asimismo, indicó que el titular de la SCT “está incumpliendo los Objetivos del Milenio que el Estado mexicano ha asumido como suyos, ya que pone en riesgo la sustentabilidad de toda la megalópolis”.
“Esta Comisión se formó para dar seguimiento a la macro obra y evitar las malas prácticas y corruptelas, típicas en el desarrollo de obra pública, casos tenemos muchos para ilustrar, como la tragedia reciente por el socavón en el Paso Express”, en el cual Ruiz Esparza intenta desesperadamente lavarse las manos.
Consideró que es urgente la acción rápida de la Secretaría de la Función Pública y de la Auditoría Superior de la Federación para que atiendan las denuncias por malas prácticas en la construcción del nuevo aeropuerto. “Ya se los hemos solicitado por escrito, pero vemos que van lento”.
“Hemos insistido en que hay un rezago que tendrá costos millonarios por la falta de un plan de interconectividad con el nuevo aeropuerto, de igual forma, hay resistencias para abrir al escrutinio público los compromisos y condiciones por los créditos contratados con la banca internacional; ahora, habitantes de Texcoco denuncian y exhiben pruebas del daño ambiental en varias regiones”, dijo el diputado del PRD.
Ante este escenario, planteó varias inquietudes: “¿Qué esperan las autoridades responsables para actuar? ¿Que se contaminen los mantos freáticos? ¿Que la población de esa región del Estado de México enferme por el fango contaminado? ¿Que se deteriore una zona ecológica y patrimonio histórico?”
Si eso lamentablemente sucede, el titular de la SCT “¿volverá a culpar a la lluvia y a las empresas que ni él ni sus colaboradores supervisan o dejan actuar con libre albedrío, como ocurrió con el Paso Express?”
“Alertamos que la construcción del nuevo aeropuerto tiene más visos de ser un negocio personal de Ruiz Esparza y quienes lo respaldan, que un proyecto de desarrollo para beneficiar a quienes habitamos la Megalópolis y el país”, sostuvo Rafael Hernández Soriano.
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