Por: Vicente Flores Hernández

La suplantación de identidad está considerada como uno de los ilícitos de más rápida expansión en los últimos años. Tan sólo en el primer semestre de 2015 este delito se incrementó 40 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de 20 mil 168 a 28 mil 258 casos.

Sin embargo, los esfuerzos por detener esta conducta han sido dispersos y aunque estados como Colima, el Distrito Federal, Estado de México, Tabasco y Nuevo León han adecuado sus códigos penales para reconocer algunos casos, el ilícito no se encuentra tipificado ni sancionado a nivel federal, advirtió la senadora independiente Martha Angélica Tagle Martínez.

En este contexto, la legisladora presentó en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa para atender este vacío jurídico en el Código Penal Federal e incorporar a este ordenamiento dicha figura.

Tagle Martínez argumentó que el robo de identidad, que se ha convertido en la forma más común del fraude al consumidor que se comente en Internet, “puede causar efectos depresivos en la economía, elevar los costes del crédito y reducir la confianza en el comercio electrónico”.

Refirió que el monto reclamado por los usuarios, en el primer semestre del año pasado, ascendió a 118 millones de pesos, 19 por ciento más a lo reclamado en el mismo período de 2014, y que de este monto el saldo abonado fue de sólo 69 millones de pesos, es decir 58 por ciento.

De cada 10 reclamaciones, agregó, nueve son relacionadas por el uso de tarjeta de crédito y una por la utilización de tarjeta de débito.

Enfatizó que las tecnologías de la información son usadas por delincuentes para llevar a cabo ilícitos que menoscaban la estabilidad económica de las personas y ejemplo de ello es la clonación de tarjetas bancarias y la solicitud de créditos en cualquier tipo de institución.

Pero también a través de las redes sociales, el hacerse pasar por otra persona ha sido una estrategia que grupos delincuenciales han utilizado para captar niñas, niños y jóvenes para la trata de personas, “lo que sitúa a la suplantación de identidad como un problema de alcance transfronterizo y trasnacional”.

En este escenario, propuso adicionar un Capítulo III denominado “Suplantación de Identidad” al Título Décimo Octavo del Código Penal Federal, así como el artículo 287.

Con esta reforma, la senadora Martha Angélica Tagle Martínez plantea que comete el delito de suplantación de identidad el que utilizando cualquier medio, se apropie y utilice de manera ilícita datos e información personal que legítimamente pertenezcan a otra persona, ya sea con consentimiento o sin consentimiento de ella.

Además, propone que esta conducta se sancione con una pena de dos a seis años de prisión y de 500 a 700 días del Valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.

Precisó que a quien se valga de la homonimia, parecido físico o cuando el ilícito sea cometido por un servidor público provechándose de sus funciones, o por quien sin serlo, se valga de su profesión, confianza o empleo para ello, se le aumente en una mitad la pena.