Por: Redacción

El diputado Luis Alfredo Valles Mendoza (Nueva Alianza) señaló que en el último año, el robo de vehículos y los casos de violencia relacionados al mismo delito creció en 8 por ciento, proporción que se ha ido agravando en algunas entidades.

Por ello, planteó exhortar al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública para que en coordinación con las autoridades responsables de la seguridad pública en las entidades federativas y municipios, realicen acciones que refuercen la vigilancia y prevención en la comisión de ilícitos que afectan a automovilistas en vías primarias y secundarias, principalmente en la zona centro del país.

Valles Mendoza resaltó que en México, desde hace algunas décadas, el robo de automóviles y la violencia asociada con este delito “han sido un lastre para la sociedad, y pese a que en los últimos 6 años ha habido una clara disminución de este delito la proporción de estos hechos muestra un repunte durante el último año”.

De acuerdo con el estudio “Robo y recuperación de automóviles asegurados”, realizado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, en el periodo septiembre 2015-agosto 2016 fueron robados 66 mil 780 coches y el 70 por ciento de los reportes se realizaron en siete entidades federativas.

Estas son: Estado de México, con 20 mil 844 casos; Ciudad de México, ocho mil 341 autos; Jalisco, siete mil 626 unidades; Veracruz, con tres mil 530 robos; Nuevo León, dos mil 556 casos; Puebla, dos mil 418 hurtos y Michoacán, con dos mil 319.

Tan sólo en el Estado de México y la Ciudad de México, en ese periodo se robaron 29 mil 185 vehículos, lo que representa el 43.7 por ciento del total.

Aunado a este incremento se observa un mayor uso de violencia en la sustracción de las unidades. De los casos reportados, 57 por ciento fueron realizados con violencia, tres puntos porcentuales más que un año antes, cuando se ubicaba en 54 por ciento.

El diputado Luis Alfredo Valles mencionó que si bien son significativos los avances, no son suficientes para disminuir y, mucho menos, erradicar la incidencia delictiva. “Necesitamos centrarnos en el beneficio de la sociedad, partiendo de un desarrollo integral encaminado a lograr una convivencia armónica”.

Recordó que la seguridad pública es una función básica del Estado, derivada del contrato social que existe entre éste y sus ciudadanos, lo que lo convierte en un compromiso ineludible. “Se constituye como uno de los deberes de mayor relevancia dadas las condiciones actuales del país”.

 

Se pronunció por que las autoridades garanticen la tranquilidad de los mexicanos que consiste en brindar seguridad en la lucha contra la delincuencia. Es fundamental establecer instrumentos y políticas públicas integrales, sistemáticas, continuas y evaluables, tendentes a cumplir los objetivos y fines de la seguridad pública, a que encaminen los recursos posibles y necesarios para desactivar la inseguridad en todas sus modalidades.