- En México la preeclampsia se ubica entre las principales causas de muerte materna en adolescentes menores de 18 años y mujeres mayores de 40 años.
Por: Redacción/
Ante un incremento del 20 por ciento en el número de embarazos en adolescentes durante la pandemia por COVID-19 en el país, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) advirtió que la obesidad y el sobrepeso son factores de alto riesgo en la salud de este sector de la población para desarrollar preeclampsia, que se caracteriza por la elevación de la presión arterial y el aumento de proteínas en la orina.
El Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, ha destacado los esfuerzos de las maestras y maestros durante esta etapa del confinamiento, además de que ha reconocido el trabajo de las instituciones de Educación Superior, para contribuir a atender los efectos de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19.
A su vez, el Director General del IPN, Mario Alberto Rodríguez Casas, indicó que los estudiantes, docentes y egresados del Politécnico, particularmente los del área de la salud, se esfuerzan por brindar sus conocimientos para atender los problemas generados por la pandemia.
La investigadora de la Escuela Superior de Medicina (ESM), Rosa Amalia Bobadilla Lugo, aseguró que en México la preeclampsia se ubica entre las principales causas de muerte materna en adolescentes menores de 18 años y mujeres mayores de 40 años. “De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), la cifra de embarazo en adolescentes se ha incrementado en 20 por ciento durante la pandemia, lo cual implica un riesgo mayor de padecerla para ese sector de la población”.
Explicó que durante el embarazo se presenta una tendencia a la vasodilatación generalizada que permite a la madre regular la presión arterial, pero si estos mecanismos se alteran, se favorece una vasoconstricción que eleva la presión arterial. “Las gestantes con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de presentar este trastorno hipertensivo del embarazo; la preeclampsia puede favorecer alteraciones metabólicas”.
La científica, integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel I, destacó que hasta ahora se desconoce el origen de la preeclampsia, por lo que es importante profundizar los estudios en torno a la fisiopatología, para emprender acciones específicas para su prevención y tratamiento.
La doctora del IPN precisó que cualquier aumento de más de 15 milígramos del mercurio por arriba de la presión normal de la paciente o presentar dolor de cabeza, exceso de edema en pies y piernas, visión borrosa u observar luces brillantes, pueden ser señales de preeclampsia. Exhortó a quienes padezcan estos síntomas a buscar atención médica inmediata, para recibir tratamiento y evitar que evolucione a eclampsia (caracterizada por convulsiones seguidas de un estado de coma), lo cual implica daño multiorgánico y pone en riesgo la vida de la madre y del feto.
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