Por: Luis Alberto Rivas
A los jóvenes que hoy manejan con toda maestría Internet y los sistemas operativos de Microsoft, les es difícil recordar que cuando la conexión a la red era costosa y de difícil acceso, los ordenadores personales entretenían a niños y adultos con una aplicación de aventura espacial llamado Pinball, el cual era más dinámico que el amado por la burocracia: solitario.
‘Space invaders’ fue el kiwi en la gama de juegos de Microsoft, un poco dulce, un poco ácido, una propuesta diferente a lo visto en las computadoras que daban pequeñas muestras de lo que vendría en años posteriores, supo ganarse su lugar en el gusto de los usuarios y es ahora un clásico para las generaciones noventeras.
En 1995 las sonrientes caras iluminadas por la luz de monitores (generalmente blancos y enormes), cambiaban de gesto una y otra vez, con las manos tensas en el teclado y el mouse, intentando lograr el mejor de los golpes, un combo de cientos de puntos, mandando la pelota plateada una y otra vez hacia arriba con ayuda de dos palancas. La frustración se elevaba más que los puntos cuando la bola caía en el espacio entre las dos palancas, cayendo a un abismo espacial del cual nunca regresaría, pero siempre había una pelota formada esperando que anunciaba su llegada con sonidos estridentes.
Pero el Pinball no llegó de la mano de Bill Gates, sus orígenes llegan a Inglaterra y llevan a las mesas de entretenimiento en bares, vinculándolo con actividades de destreza como el Pull.
El padre del Pinball se llama Bagatelle y fue popular por todo Londres y Gran Bretaña, poniéndose a la par con las mesas de billar de 1770 a 1850. Se jugaba en una mesa similar a en medidas y materiales a las de pull, con la diferencia que uno de sus bordes era redondo. Se sumó durante la época victoriana a la lista de juegos prohibidos por la iglesia durante días de celebración.
El objetivo del Bagatelle podía variar según las costumbres pero en esencia todos seguían una misma linea: los participantes debían pararse en el extremo cuadrado de la mesa y golpear las pelotas con un taco hacia los hoyos en el otro extremo.
En el siglo XX una maquina se apoderó de casinos, durante los años 30, bajo la patente de Automatic Industries, tomó los elementos más básicos del Bagatelle, introdujo metal en alguno de sus componentes y los metió en una caja de madera con un cristal en la parte superior.
Después de 1940 ademas de la satisfacción de tener buena mano y suerte en los juegos de azar, las maquinas de Pinball que ya comenzaban a llamarse así, daban dinero a los ganadores, en consecuencia más de 20 años después, en 1967 fueron prohibidas por ser ligadas a actividades de apuesta ilegales en casinos liderados por mafias.
Williams Manufacturing Company fue la responsable de llevar al Pinball al éxito en salones de juego, arcades y todo tipo de lugares donde un chico tuviera una moneda y quisiera mover palancas para golpear obstáculos y ganar un poco de dinero.
Se han hecho también versiones para entretenimiento en el hogar, incluso portátiles para los más pequeños, con diferentes retos y temáticas, desde los tonos cafés de la madera, hasta extravagantes aventuras Pokemón.
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