Por: Redacción/
El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, manifestó que en esta sociedad de la transparencia, donde la información fluye a través de redes sociales y espacios digitales, cobra relevancia el cuidado y respeto de la protección de datos personales y la garantía a nuestra privacidad como derecho humano.
En el marco de la celebración del Día Internacional de Protección de Datos, resaltó que con de leyes federales, reformas constitucionales y normas generales dirigidas a entes públicos o particulares, a lo largo de este siglo, nuestra legislación en la materia ha avanzado.
El legislador reconoció que salvaguardar la información particular es una garantía que el Estado ofrece a todos los ciudadanos para que sean quienes son, y puedan cambiarlo sólo cuando ellos quieran.
“Proteger los datos de las personas es garantizar que todo ciudadano pueda elegir quién quiere ser, en específico, que acceda, rectifique, cancele o, incluso, se oponga a lo que se sabe de ellos”, comentó.
Ramírez Marín estimó que en esta época, la protección de información personal vela por uno de los elementos más valiosos que tiene cada individuo: su identidad. En ese sentido, reconoció que la tarea de proteger la información de particulares esté en la agenda internacional de todos los países.
Al final, continuó, lo que tutelamos no sólo son nuestros datos personales. La tecnología y la sociedad evolucionan y tenemos que tutelar que lo haga sin vulnerar nuestro derecho legítimo de existir siendo quienes queremos ser.
Apuntó que aunque el progreso ha sido gradual y paulatino, cada vez es mayor la necesidad de adaptar nuestras leyes, costumbres y valores a las exigencias de un siglo lleno de revoluciones y desarrollo pero, al mismo tiempo, de amenazas contra la identidad de las personas.
Destacó que las nuevas tecnologías representan un enorme flujo de datos y vivimos una era de transparencia que no sólo se refiere a cuestiones públicas, sino también a privadas; es decir, no sólo a las que se hacen obligatoriamente o por mandato de la ley, sino a aquellas que voluntariamente se ponen a la vista y conocimiento de todos.
El diputado cuestionó ¿en dónde estamos parados en este momento? ¿Qué es lo que exactamente significa protección de datos? ¿Cómo conciliarlo con la publicidad? ¿Cómo conciliarlo con la transparencia?
“Hagamos una reflexión: las huellas digitales, por ejemplo, son únicas para cada ser humano; son diferentes aún entre los gemelos. Es impresionante saber que absolutamente todos somos iguales en la armoniosa contradicción de ser únicos y diferentes, basta ver la punta de nuestros dedos para dar constancia de ello”, expuso.
Estimó valioso reflexionar sobre el tema, sobre todo en los tiempos de lo digital, “donde lo duradero de las amistades se mide en fotos de Facebook y lo sabroso de la comida se refleja en los “me gusta” de Instagram”.
Preguntó: ¿Dónde queda entonces la identidad de las personas cuando somos lo que somos, más todos los datos que compartimos sobre nuestras vidas?
“No es solamente en documentos oficiales donde se ven reflejadas las amenazas, porque la importancia de la identidad va más allá de la utilidad de reconocernos como individuos frente al Estado”, explicó.
La identidad, dijo, es un recordatorio de nuestra historia, qué fuimos, qué nos hace ser lo que somos; cada uno de los individuos es un milagro y nuestra identidad es la necesidad por expresar todas esas historias que nos han marcado y constituyen nuestra esencia.
Consideró que la celebración del Día Internacional de la Protección de Datos, realizada en el Centro Cultural “Roberto Cantoral”, debe ser una fiesta para todos quienes reconocen lo imprescindible de la pluralidad en la democracia y que la suma de seres únicos es lo que nos hace más y mejores. “La suma de estos seres únicos y la capacidad del Estado de garantizar su identidad es lo que nos hace, efectivamente, un Estado de Derecho”.
Agregó que el hecho de ser diferentes a todos los seres humanos, hace que “desde el Poder legislativo hagamos todo lo que esté en nuestras manos para resguardar esa libertad. El derecho de todos de ser únicos, debe ser una materia primordial para el Estado”.
Finalmente, recordó que la diversidad es nuestra fuerza y la tecnología puede ser una herramienta que nos una. La protección de los datos que nos representan garantiza que seamos quienes queremos ser y avala que seamos genuinos y únicos, como las huellas digitales de nuestro propio país.
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