Por: Redacción/

El diputado José Refugio Sandoval Rodríguez (PVEM) impulsa un exhorto al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para que refuerce las acciones de inspección y vigilancia en rastros, centros de matanza y granjas.

En un punto de acuerdo que presentó ante la Comisión Permanente, destacó que esos establecimientos deben respetar la normatividad vigente, contar con los más altos estándares de calidad, seguridad e inocuidad, y disminuir el sufrimiento de los animales.

Asimismo, generar confianza y certidumbre entre los consumidores y asegurar que el cárnico no represente ningún riesgo para la salud humana.

Estas acciones, continuó, podrían contribuir a elevar la competitividad de los productores nacionales, toda vez que México es el octavo productor de carne a nivel mundial y sexto exportador internacional hacia Taiwán, Japón y Estados Unidos, como principales destinos.

El legislador, secretario de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, explicó que la industria cárnica proporciona alimento, trabajo y medio de subsistencia para miles de millones de personas en todo el mundo; sin embargo, apuntó, también impacta de forma importante el equilibrio del medio ambiente, ya que la rápida expansión de la producción pecuaria ejerce una presión creciente sobre los recursos naturales.

Señaló que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las tierras de pastoreo enfrentan la amenaza de la degradación, los recursos hídricos son cada día más escasos, la contaminación del aire, aguas y suelos es cada vez mayor y los forrajes empiezan a ser limitados.

Además, las propuestas genéticas no se han desarrollado y se pierden; no se dispone de información suficiente para realizar la necesaria y correcta adaptación del sector pecuario a la rápida transformación de los mercados y las condiciones de comercialización de los recursos.

La producción industrial de los alimentos para el ganado propicia una mayor cantidad de residuos de origen animal, los cuales, si se manejan incorrectamente, pueden provocar la contaminación de las aguas, afirmó.

Respecto al impacto sobre la salud humana, prosiguió, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en 2017 que muchas sustancias antimicrobianas utilizadas en animales destinados a la producción de alimentos son idénticas o están estrechamente relacionadas con las utilizadas en el ser humano, por lo que su uso puede llevar a la propagación de bacterias resistentes a esos tratamientos, que después pueden transmitirse al consumidor.

Indicó que la proteína animal es básica en la dieta de la mayoría de los mexicanos, y para que su consumo sea saludable los proveedores deben incrementar un manejo adecuado del sistema de producción, alimentación, clasificación, sacrificio, transportación, refrigeración, sanidad e higiene de la carne, que evite su contaminación y garantice una buena calidad, para ofrecer al ser humano proteínas y nutrientes, evitando cualquier tipo de enfermedad.

La propuesta, turnada a la Tercera Comisión de Hacienda y Crédito Público, Agricultura y Fomento, Comunicaciones y Obras Públicas, de la Permanente, resaltó que otro impacto importante y del que se habla menos, es el sufrimiento de los animales destinados a la producción de alimentos, los cuales viven en granjas en condiciones deplorables y estrechas, algunas veces en cajas o jaulas tan pequeñas que ni siquiera pueden acostarse o extender sus alas.

“Investigaciones encubiertas han mostrado que los animales en granjas son golpeados, perforados, pateados, abusados sexualmente y forzados a entrar al matadero”, apuntó.

Refirió que el año pasado se publicó el documental “Matadero. Lo que la industria cárnica esconde” realizado por la organización Tras Los Muros, el cual muestra el maltrato por medio de grabaciones encubiertas durante 2015 y 2017, al visitarse 58 rastros en Jalisco, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco y Aguascalientes.

“La evidencia de dicho documental y otras investigaciones encubiertas demuestra que, a pesar de que existe una normatividad que busca disminuir el sufrimiento animal, sólo se aplica en la medida que no afecte significativamente a la productividad de la industria cárnica”, subrayó.

El legislador por Coahuila indicó que para conocer más sobre las acciones de vigilancia del bienestar y trato digno de los animales en los rastros, se solicitó al Senasica, por medio de la Plataforma Nacional de Transparencia, información sobre el reporte de vigilancia o supervisión de rastros y centros de matanza a nivel nacional, así como el número de denuncias y desglose que ha recibido durante el último año.

En su respuesta, el Senasica mencionó que en los meses de agosto y noviembre de 2017, se realizaron 21 visitas de verificación e inspección administrativas en los rastros municipales.

En los Establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF), certificados y autorizados para sacrificio por el Senasica, el reporte más reciente de supervisión es de mayo de 2018, en el cual se realizaron 109 visitas de supervisión oficial. De junio-junio de 2017-2018, “se han recibido cero denuncias relativas a rastros y centros de matanza”.

Sandoval Rodríguez consideró que una mayor vigilancia contribuirá a impulsar otras acciones para lograr el bienestar animal en toda la cadena de producción de alimentos, y concientizar a la industria cárnica sobre la importancia de reconocer a los animales como seres dotados de sensibilidad, que tienen necesidades básicas.