Por: Redacción/
La diputada Lorena Corona Valdés (PVEM) planteó exhortar a la Secretaría de Salud a fortalecer la calidad de la atención prenatal y obstétrica e implementar políticas públicas para disminuir el índice de mortalidad materna, ya que es uno de los principales retos del país, pues en 2017 se registraron 722 defunciones y para este año se calculan 35.4 por cada 100 mil nacimientos.
Dijo que existen estados donde el número de fallecimientos relacionados con el embarazo y parto mantiene cifras elevadas. La entidad (por cada mil habitantes) que encabeza la lista es Chiapas, con 68.5 defunciones, le sigue Nayarit, 66.9 y, en tercer lugar, Guerrero, 49.5. El grupo de los cinco estados más afectados lo completan Oaxaca (48.6) y Campeche (46.5).
La Organización Mundial de la Salud (OMS), agregó, relaciona este problema con la falta de recursos económicos, observándolo como un indicador de desigualdad y rezago social. De esta manera, es usual que en los territorios de menor desarrollo se presenten más casos, precisó.
Corona Valdés resaltó que a pesar de los esfuerzos realizados por la Secretaría de Salud, y que este año habría una reducción de 11.9 puntos porcentuales, la muerte materna continúa siendo uno de los principales retos.
En un punto de acuerdo, turnado a la Segunda Comisión de la Permanente, la diputada refirió que acorde con la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud, las principales causas de defunción en México son: hemorragia obstétrica, preclamsia, hipertensión, edema, proteinuria en el embarazo, parto, puerperio y aborto.
Enfatizó que la mayoría de las muertes maternas son evitables, todas las mujeres necesitan acceso a la atención prenatal durante la gestación, atención especializada durante el parto, atención y apoyo en las primeras semanas tras el parto. La salud materna y neonatal están estrechamente relacionadas.
Destacó la importancia de que todos los partos sean atendidos por profesionales sanitarios capacitados, dado que la atención y el tratamiento a tiempo pueden suponer para la mujer y el niño la diferencia entre vida y muerte.
La legisladora resaltó que la muerte materna es un grave problema de política en salud en el mundo. Reconoció que se redujo en alrededor del 44 por ciento entre 1990 y 2015; sin embargo, sigue siendo inaceptablemente alta, ya que diariamente fallecen aproximadamente 830 mil mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A nivel mundial, dijo, aproximadamente 80 por ciento de muertes maternas son por causas directas. Las cuatro principales razones son: hemorragias intensas, infecciones, trastornos hipertensivos del embarazo y el parto obstruido. Las complicaciones del aborto peligroso provocan 13 por ciento de esos fallecimientos.
Entre las causas indirectas (20 por ciento), se encuentran enfermedades que complican el embarazo o son agravadas por él, como el paludismo, anemia, VIH/SIDA o padecimientos cardiovasculares.
Mencionó que la OMS define la mortalidad materna como “la muerte de una mujer durante su embarazo, parto o dentro de los 42 días después de su terminación, por cualquier causa relacionada o agravada por el embarazo, parto o puerperio o su manejo, pero no a causas accidentales”, indicó.
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