Por: Redacción/

El presidente de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa del DF, Andrés Atayde Rubiolo, se pronunció por regular los recursos excedentes que genera la Ciudad de México, toda vez que, señaló, una cosa es ser conservador a la hora de estimar los ingresos y otra es seguir con la tendencia de subestimar los ingresos.

Luego de analizar la Cuenta Pública 2017, Atayde Rubiolo indicó que 12 mil millones de pesos corresponden a subestimación por ingresos locales, que corresponde, dijo, al mínimo en los cinco años anteriores y recordó que la Ley de ingresos 2017 incrementó de manera histórica su estimación respecto a la del año anterior.

“Esto demuestra que colocar en la agenda el tema de la correcta estimación de los ingresos sí da resultados. Sin embargo, parece que la subestimación se hace a propósito para tener más recursos disponibles que no son distribuidos con total transparencia”, destacó.

Respecto a los egresos, el diputado del Grupo Parlamentario del PAN explicó que el monto de gasto ejercido fue superior en 28 mil millones de pesos a lo aprobado, y “que son las conocidas ampliaciones presupuestales, siendo menores en 11 mil millones de pesos a las del año pasado”.

El asambleísta celebró que el gasto destinado a las delegaciones haya presentado un aumento, pasando de 14.85 a 17.85 por ciento, respecto al gasto total. Expuso que el gasto total para las demarcaciones fue de 35 mil millones de pesos, el máximo destinado durante la gestión de Miguel Ángel Mancera al frente del gobierno capitalino.

“2017 registra un gasto de capital o infraestructura igual respecto a 2016 e incrementó un 40 por ciento respecto a lo aprobado. Al cierre de 2017, la Hacienda Pública de la Ciudad de México registra un remanente por 10 mil millones de pesos. Una parte irá a nutrir el Fondo de Desastres Naturales”, explicó.

Andrés Atayde abundó que la deuda pública de 2017 se situó en cuatro mil millones de pesos, siendo el mínimo desde 2009, respecto al gasto total del gobierno de la ciudad.

“Tenemos la obligación no sólo de fiscalizar sino, sobre todo, exigir que los ingresos puedan ser mucho más transparentes, para beneficio no solamente de esta soberanía, sino de las y los contribuyentes. Cada peso que pagan no es solamente un voto de confianza al ejercicio público, sino es un peso de confianza”, concluyó.