Por: Carolina Carrasco
El Partido Verde en la Asamblea Legislativa reconoció el esfuerzo y trabajo de las autoridades al desalojar a algunas personas que residían en el predio conocido como La Ciénega, ubicado en la delegación Tláhuac; asimismo, hace patente el reto que ahora se tiene en diseñar planes y programas para reubicar a los afectados.
En entrevista, el coordinador de los diputados ecologistas, Xavier López Adame, reconoció el trabajo de las autoridades ambientales por recuperar y proteger el suelo de conservación, el cual, en diferentes delegaciones ha sido objeto de ocupaciones ilegales de personas, pues al no contar con una vivienda y empleo dignos, buscan asentarse de manera irregular en lugares no aptos para la urbanización.
El legislador refirió que el suelo de conservación del Distrito Federal representa más de la mitad de la superficie territorial de la entidad. Su importancia radica en ser un aporte a la biodiversidad de flora y fauna indispensables para la sustentabilidad y servicios ambientales en la Ciudad de México.
Agregó que, de acuerdo a la legislación actual, podrán ser sancionados administrativa, civil y penalmente a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, particulares, comuneros o ejidatarios que propicien o permitan la ocupación irregular o la construcción en zonas de riesgo.
En este sentido, subrayó que el actual modelo de crecimiento, ordenación y urbanización en la ciudad se ha convertido en un asunto estratégico del que depende cada vez más la gobernabilidad de la capital del país.
“Sin embargo; las organizaciones sociales deben respetar la normatividad y el medio ambiente, recordando siempre que los seres humanos somos quienes diseñamos la construcción de nuestras viviendas, por ello, si no creamos políticas integrales de ordenamiento territorial y ambiental, tendremos impactos negativos propiciando una mala calidad de vida”, advirtió.
Mencionó que en la actualidad existen varios ejemplos de que en zonas de conservación y áreas naturales protegidas en la Ciudad de México, se han convertido en asentamientos irregulares, primordialmente por falta de sistemas eficientes de acceso a la vivienda y empleo dignos, “ocupar zonas de conservación pone en riesgo a la población porque son terrenos no aptos para habitar, carentes de los servicios básicos”.
Finalmente, López Adame subrayó que las autoridades de SEDEMA y SEDUVI se encuentran a tiempo de cambiar y planear un ordenamiento ecológico, con base en sistemas óptimos de urbanización y movilidad; donde la planeación, eficiencia energética y sustentabilidad sean los ejes principales para ofrecer vivienda digna a los capitalinos.
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