Por: Redacción
Morelia Camacho Cervantes y Maritza Arlene Lara López, de los institutos de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, y de Astronomía de la UNAM, respectivamente, recibieron la Beca para las Mujeres en la Ciencia 2016.
El reconocimiento es otorgado por la Fundación L’Oréal, la UNESCO, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO (CONALMEX).
Camacho Cervantes fue reconocida por sus investigaciones sobre especies invasoras para documentar a la catarina arlequín y sus interacciones con artrópodos nativos. En tanto, Lara López fue distinguida por sus estudios con espectroscopía óptica para identificar los principales mecanismos responsables de la evolución de las galaxias.
Con el paso del tiempo, estas becas han atraído mayor participación. Este año, la comisión evaluadora en la AMC tuvo un trabajo difícil, pues se presentaron más de 100 proyectos de más de 30 instituciones y 16 entidades de la República. “La calidad de los trabajos fue extremadamente buena y eso muestra la excelencia de las investigaciones ganadoras”, resaltó Jaime Urrutia, presidente de la AMC y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.
En la ceremonia de entrega, el también investigador de esta casa de estudios, recalcó que el promedio de edad de las concursantes es de 34 años; cada vez participan científicas más jóvenes, y eso es una satisfacción y una esperanza para el futuro.
Las becas, prosiguió, son un reconocimiento a su talento, creatividad y compromiso. Constituyen un premio importante a su trayectoria, pero también envían el mensaje a las niñas y jóvenes de que la investigación es una tarea relevante y atractiva como forma de vida.
En representación de las premiadas, Morelia Camacho comentó que de acuerdo con un reporte publicado en Science, cuando la mayoría de la gente imagina un laboratorio, lo hace con hombres trabajando en él; “eso demuestra cómo se percibe el rol de género en el ámbito científico mundial”. Como mujeres en la ciencia, sostuvo, tenemos que balancear la vida profesional con la personal, que puede ser más demandante para ellas que para los varones.
Los recursos de espacio y financiamiento son muy competidos en todos los países; por ello, “la beca que nos otorgan hoy es una oportunidad, por demás valiosa, para explotar nuestro potencial, para alentarnos a no abandonar esta carrera. En nombre de mis compañeras, la agradezco”.
En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, el director general del Conacyt, Enrique Cabrero, resaltó la importancia de luchar por un contexto igualitario para ambos géneros, donde el interés de cualquier niña o joven en la ciencia y la tecnología nunca más venga acompañado de un “no”, y donde las mujeres sean libres de desempeñarse en cualquier área del conocimiento y desarrollar su capacidad.
Nuria Sanz, directora y representante de la Oficina de la UNESCO en México, destacó que la igualdad para las mujeres constituye un avance. Todavía son minoría en el ámbito de la investigación, su acceso al financiamiento es más restringido y están peor representadas en universidades de prestigio y entre los profesionales universitarios titulares, lo que las pone en mayor desventaja.
César Guerrero Arellano, secretario general adjunto de la CONALMEX, afirmó que nuestro país necesita de la ciencia, y la ciencia en México requiere de las mujeres. Uno de los activos más valiosos de este programa es que las científicas sean un pilar para convertirnos en una verdadera sociedad del conocimiento.
Por último, Jean-Nöel Divet, presidente y director general de L’Oréal México, subrayó que para este 2016 sólo 36 por ciento de los investigadores en el territorio son mujeres, y a nivel mundial el número está por debajo del 30 por ciento. Hay mucho por hacer, porque estamos lejos de la representatividad que deberían tener. “De ahí la importancia de haber entregado, desde 2007, 49 becas”.
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