Por: Redacción/
Líderes sindicales de distintas centrales obreras coincidieron que la renuncia de Carlos Romero Deschamps a la dirigencia del sindicato de Pemex obedece a razones personales y no a una “persecución o embestida” contra el sindicalismo por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, en conferencia de prensa, consideraron este hecho como una llamada de atención para reflexionar sobre la manera en que operan los sindicatos, sin “apanicarse”.
El diputado Isaías Gónzález Cuevas (PRI), secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), señaló que, de acuerdo con la ley, Romero Deschamps puede separarse del cargo aún sin cumplir el periodo de su mandato y su renuncia no afecta al movimiento obrero ni a los trabajadores.
Comentó que continuarán pugnando porque se respeten las prestaciones de la clase trabajadora, se revisen los contratos y se implemente la Ley Federal del Trabajo.
Respecto a las acusaciones que existen en contra del ex líder del sindicato de Pemex, la autoridad las tendrá que comprobar.
El dirigente de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Rodolfo González Guzmán, sostuvo que la renuncia del ex dirigente sindical de la empresa productiva del Estado, puede coadyuvar a éste a enfrentar las denuncias en su contra y aclaró que ninguna ley impide a un líder sindical separarse del cargo antes de tiempo.
Enfatizó que en el país hay líderes de todas las naturalezas, así como los hay muy cuestionables en el país, también ha habido otros que le han dado una transformación a México.
“No creemos que haya una embestida en contra del sindicalismo; no tenemos ningún temor todos los que estamos aquí que haya una embestida, ni haya una persecución y nos quieran investigar a través de cualquier instancia”, indicó Francisco Hernández Juárez , secretario General del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Apuntó que aunque ya se vislumbraba la renuncia de Romero Deschamps al sindicato de Pemex, “sí refleja que el gobierno tiene una posición muy clara en relación al sindicalismo, y cómo siente que debe tratar el tema”.
En ese sentido, resaltó la importancia de apresurar el proceso de transición para modernizar y democratizar los sindicatos, lo que permitirá contar con más dirigentes legítimamente nombrados por los trabajadores y menos líderes que no cumplan con su responsabilidad.
Los líderes sindicales informaron que sostuvieron una reunión con la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, donde solicitaron destinar recursos suficientes para operar el proceso de transición de los sindicatos, derivado de la nueva reforma laboral, que implica la democratización del sector.
“Tendrán que constituirse órganos autónomos que van a establecer los mecanismos obligatorios de conciliación para el registro de sindicatos y contratos laborales; los tribunales laborales para resolver los conflictos de los trabajadores. Para operar todo este proceso de transición se requieren, según nuestros primeros cálculos, alrededor de tres mil millones de pesos”, finalizaron.
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