Por: Redacción

El Grupo de Cognición y Didáctica de las Ciencias perteneciente al  Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM diseñó y probó una propuesta para la enseñanza en una comunidad indígena.

Se crearon materiales para abordar contenidos curriculares del programa de ciencias naturales, así como un proceso de formación, seguimiento y evaluación del trabajo de docentes y estudiantes en el aula.

Según Elena Calderón Canales, integrante del grupo, se han centrado en analizar, en primer lugar, los procesos de construcción de las representaciones de los niños sobre los conocimientos científicos escolares, para que den lugar a propuestas enfocadas a mejorar la enseñanza y el aprendizaje.

En el país los estudiantes de comunidades indígenas se enfrentan a una instrucción determinada por los objetivos de la SEP; sin embargo, los resultados reflejan severas desigualdades, pues son los más bajos en las evaluaciones.

De cada 10 alumnos de pueblos originarios que ingresan a primaria, sólo cinco continuarán con la secundaria, y de esa cifra únicamente dos egresarán; se desconoce qué pasa si logran ir al bachillerato, y menos si se inscriben a una licenciatura, señaló la investigadora al citar cifras del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

El problema es complejo, prosiguió, en particular porque la enseñanza de las ciencias naturales en el nivel básico recibe poca o nula atención por parte de profesores y, en general, está centrada en el aprendizaje memorístico de conceptos. Además, las primarias indígenas son las peor dotadas de infraestructura.

Cuautempan

Ante ello se realizó el estudio Las ideas de los niños nahuas sobre la mezcla de colores: un proceso de intervención educativa en la Sierra Norte de Puebla. El proyecto se desarrolló en la zona escolar 503 del municipio de Cuautempan, en la Sierra Norte de Puebla. Las escuelas participantes son de educación preescolar y primaria indígena multigrado.

La aplicación de la secuencia educativa se emprendió con 17 estudiantes de primero, segundo y sexto grados en dos primarias ubicadas en las comunidades de Vista Hermosa y Tecapagco.

Se analizaron las ideas que construyeron antes y después de utilizar una propuesta didáctica que aborda el tema de la mezcla de colores. Para ello se empleó el modelo C-E-I (Cosmos, Evidencia e Ideas), que les permitió identificar las distintas conexiones que los pequeños usan para explicar la mezcla.

Para saber cómo hicieron sus representaciones sobre el color se utilizaron tres categorías principales, que constituyen el modelo C-E-I, a fin de identificar las construcciones de los infantes a partir de su interacción con la fenomenología.

Cosmos incluye materiales, artefactos, dispositivos, instrumentos de medición, muestras e instrumentos que constituyen los datos de lectura. Evidencia contiene entidades que han sido derivadas, ya sea de los sentidos o de un tratamiento sistemático de los datos. Y enIdeas se echa mano de entidades teóricas específicas, conceptos, modelos o entidades metodológicas que abarcan preguntas e hipótesis”, explicó.

Con ello se pueden detectar las necesidades de formación de los docentes, además de los materiales y recursos que se precisan en el aula; de igual manera es posible identificar las concepciones que tienen los estudiantes sobre diversos temas (colores, sombras, seres vivos y astronomía, entre otros).

Como conclusión, Calderón Canales expuso que se busca enriquecer el entorno educativo escolar con materiales y actividades diseñados para construir una explicación sobre cómo la mezcla de colores ayuda a que los niños construyan explicaciones de lo que observan y con lo que interaccionan (diversos materiales como pinturas, plastilinas o filtros), y que con ello establezcan mejores argumentos dentro del ámbito escolar.

El grupo de trabajo está integrado por Leticia Gallegos Cázares, coordinadora del proyecto, así como Héctor Covarrubias Martínez, Fernando Flores Camacho, Beatriz García Rivera y Humberto Albornoz Delgado.