El agua volvió hoy a correr por la Fontana di Trevi, uno de los monumentos más famosos de Italia y del mundo, tras la finalización de una restauración de 17 meses y financiada por la casa de modas Fendi.
Miles de turistas y habitantes de Roma se dieron cita esta tarde ante el emblemático monumento para asistir a la apertura oficial de la fuente tras la finalización de los trabajos, que costaron dos millones 180 mil euros (unos dos millones 390 mil dólares).
Los mármoles de la fuente fueron pulidos para restituir sus colores originales y fue instalada una nueva iluminación artística, con más de 100 lamparas LED posicionadas en puntos estratégicos.
La restauración duró 17 meses y no los 20 inicialmente previstos, confirmó el director general de Fendi, Pietro Beccari, presente en el acto con el que oficialmente se reabrió la fuente.
“Estamos orgullosos de esta colaboración entre el sector público y la iniciativa privada y del tiempo récord con el que la Fontana di Trevi es hoy restituida con su esplendor original a los romanos y a los turistas de todo el mundo”, declaró.
Beccari anunció que la Maison Fendi financiará la restauración de otras cuatro fuentes de Roma: la del Gianicolo, la fuente del Moisés, la del Ninfeo al Pincio y la fuente de la Peschiera.
Los trabajos incluyeron un proyecto innovador que permitió que el monumento pudiera ser visto durante la restauración. Según datos de la superintendencia romana de Bienes Culturales, en el último año tres millones de turistas visitaron la fuente.
“La fontana es un símbolo de vida, un símbolo de renacimiento. Este es un día de fiesta para la ciudad de Roma”, dijo el superintendente capitalino, Claudio Parisi Presicce.
Proyectada por el arquitecto Nicola Salvi en 1732, la Fontana di Trevi es uno de los monumentos más famosos del mundo, símbolo de la “Dolce Vita”, por la película homónima de Federico Fellini en la que los protagonistas, Marcello Mastroianni y Anita Ekberg, entraban en sus aguas.
Ubicada a un costado del Palacio Poli, su construcción fue iniciada por Salvi y completada por Giuseppe Pannini en 1762.
La Fontana di Trevi recoge agua del acueducto Vergine, construido por el emperador Marco Vipsanio Agrippa en el año 19 antes de Cristo y su nombre deriva aparentemente del término “trivium”, utilizado en el Medioevo para indicar el cruce de las tres vías en las que finalizaba el acueducto.
Construida en un profundo nicho central que reproduce los antiguos arcos de triunfo, la fuente se compone de un grandioso proyecto arquitectónico que simula un arrecife.
En el centro domina la estatua de Océano -personificación de la potencia del agua- que conduce un carruaje en forma de concha jalado por dos caballos alados, uno desbocado y el otro plácido, guiados por dos tritones que representan, respectivamente, la fuerza destructora del agua y su papel benéfico en el mundo.
El grupo escultórico, cuya iconografía fue detalladamente prevista por Salvi, fue realizado por Pietro Bracci entre 1759 y 1762.
En los nichos ubicados a ambos costados de Océano están las estatuas de la Abundancia y de la Salubridad, de Filipo Della Valle. Más arriba dos relieves reproducen episodios de la fundación del acueducto Vergine.
Cuatro figuras alegóricas que representan la Abundancia de Frutos, la Fertilidad de los Campos, los Regalos del Otoño y la Amenidad de los Jardínes decoran la parte superior al lado de una gran lápida dedicatoria, con el escudo del Papa Clemente XII sujetado por dos heraldos.
Notimex
No Comment