Por: Redacción
A partir de un compuesto llamado sesquiterpénico o perezona, proveniente de la raíz de una planta de la familia de las perezias, académicos de la UNAM han creado fármacos propios para tratar el cáncer y el alzhéimer.
La iniciativa es de Juan Manuel Aceves Hernández, investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, cuyos medicamentos experimentales han demostrado ser eficaces, reducir las dosis y minimizar los efectos adversos.
Los universitarios trabajan en la preparación y caracterización de medicamentos en el Laboratorio de Nanomateriales de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) de la entidad multidisciplinaria.
Bajo el precedente “la herbolaria es botánica aplicada a la medicina”, el equipo liderado por Aceves Hernández analiza la flora conocida por sus propiedades medicinales.
La perezona, un sesquiterpeno descubierto por el doctor Río de la Loza en el siglo XIX, ha sido estudiada desde 1979 por el experto, quien afirmó que el compuesto posee propiedades curativas, pues desde tiempos remotos se ha usado en la medicina tradicional mexicana para combatir vómito, diarrea o salpullido. Actualmente, Aceves, con colaboradores de otras dependencias, lo ha probado en líneas cancerosas de mama, útero y leucemia, obteniendo excelentes resultados.
El wereque
Otra investigación fundamentada en productos de origen natural es la del wereque, cucurbitácea de origen sonorense cuya raíz es empleada con fines curativos, pues se ha demostrado que cuenta con propiedades hipoglucemiantes, es decir, reduce los niveles de glucosa en la sangre, volviéndola altamente usada en territorio mexicano como un tratamiento eficaz contra la diabetes.
El universitario trabaja en la extracción de los principios activos del wereque, para ello implementa técnicas convencionales de la química, en las que posteriormente intervienen procesos más complejos como la espectrometría de masas y la resonancia magnética nuclear. El fin es eliminar los compuestos dañinos porque poseen efectos nocivos que atentan contra el bienestar humano.
Hallazgo contra el alzhéimer
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por estropear las células nerviosas del cerebro, disminuyendo la masa cerebral. Sus principales manifestaciones son la pérdida de memoria, la desorientación espacial y temporal, así como importantes deterioros físicos e intelectuales.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad este tipo de demencia afecta a 47. 5 millones de personas; sin embargo, cada año se registran 7. 7 millones de nuevos casos. Aunado a ello, este síndrome ocasiona un fuerte impacto físico, psicológico y económico.
Hoy día no existen medicamentos capaces de prevenir o revertir esta enfermedad, la cual está directamente asociada con la presencia de placas compuestas por el péptido beta amiloide (Aß) en el cerebro. Estudios recientes sugieren que un conjunto de medicamentos utilizados para tratar la hipertensión (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina –ACE–) pueden frenar la formación de fibrillas amiloides in vitro.
En este contexto, el académico de la FES Cuautitlán, en colaboración con Ulrich Hansmann, de la Universidad de Oklahoma, realizó un análisis en el que se examinaron los distintos fármacos provenientes de la familia de los priles, esto es, lisinopril, captopril y enalapril, entre otros. La investigación se centró en dar a conocer si es que estas sustancias causan un efecto benéfico en los enfermos de alzhéimer.
A través de simulaciones computacionales (docking y dinámica molecular), los científicos estudiaron la unión de los inhibidores ACE extraídos de las fibrillas beta amiloides de un paciente cuya demencia fue precoz y los contrastaron con las uniones de los inhibidores ACE de fibrillas generadas in vitro.
Luego compararon las afinidades de dichas uniones con rojo congo, un colorante utilizado para identificar estructuras amiloides, pues se trata de un inhibidor débil de agregación beta amiloide.
Los investigadores encontraron que las uniones de los inhibidores ACE obtenidas del paciente tienen menor afinidad que las producidas in vitro, incluso son más bajas que las del colorante, y como varían en cada persona, proponen llegar a una medicina individualizada diseñada desde el genoma humano.
El estudio fue publicado por la revista The Journal of Chemical Physics en una edición en la que además se ocupó el modelo de Aceves Hernández como portada, una representación destacada que fue realizada con el método de docking o acoplamiento molecular, que predice la conformación selectiva de las moléculas para conformar complejos estables.
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