Por: Redacción/
El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya, afirmó que el próximo gobierno federal, que inicia el 1 de diciembre, heredará una economía sólida, resiliente y en crecimiento, “que tiene su estabilidad bien cimentada en finanzas públicas sanas”.
“En este proceso de transición, la economía del país se encuentra sólida. Entregaremos un país con las mejores calificaciones crediticias en la historia y con perspectivas estables”, aseveró al iniciar su comparecencia ante el Pleno cameral, con motivo del análisis del sexto informe de gobierno del Ejecutivo federal.
Agregó que las condiciones macroeconómicas “dan certidumbre, dentro y fuera del país, de que en México se salvaguardan los ahorros y se ofrecen espacios para la inversión”.
El funcionario federal subrayó que, en los últimos seis años, México “enfrentó un complejo entorno global que pudo haber impactado profundamente en la economía familiar si no se hubieran manejado las finanzas públicas de manera prudente y responsable”.
Sin embargo, sostuvo, en ningún momento hubo recesión ni inestabilidad en el sector financiero, “por el contrario, en estos seis años la economía mexicana creció 2.5 por ciento anual y el empleo formal creció a una velocidad récord del 4.0 por ciento anual”.
Explicó que la fortaleza y estabilidad de la economía del país se logró, pese al entorno adverso, debido a tres factores: uno, las reformas estructurales que se realizaron al inicio del sexenio; dos, el “buen manejo” macroeconómico y las políticas fiscales responsables, y, tres, los recortes al gasto público.
González Anaya comentó que la reforma energética permitió amortiguar los choques externos y detonó una inversión que ha alcanzado los 200 mil millones de dólares, cuando la expectativa “más optimista” era de 50 mil millones de dólares.
Indicó que la reforma fiscal fortaleció y diversificó las fuentes de ingreso del gobierno federal, “haciéndonos menos vulnerables a caídas de los precios internacionales del petróleo”. Actualmente sólo el 17 por ciento de los ingresos provienen del crudo, cuando al inicio del sexenio era el 39 por ciento.
Asimismo, dijo, se amplió la base tributaria en más de 30 millones de contribuyentes, “prácticamente la mitad de los contribuyentes que hay en el país se incorporaron en esta administración, lo cual además de fortalecer nuestros ingresos, reparte de forma más equitativa las contribuciones al gasto público”.
El secretario apuntó que para enfrentar los choques externos que se suscitaron a mediados del sexenio, se hicieron ajustes presupuestales “muy importantes”, tan sólo en el 2016 se recortaron alrededor de 160 mil millones de pesos.
Dijo que los ajustes estuvieron acompañados por una mejora en la eficiencia del gasto público, y se cuidó el gasto social, para que ningún beneficiario de los programas sociales se viera afectado y “que los recursos se focalizaran en los programas que han demostrado su contribución para disminuir la pobreza”.
González Anaya también se refirió al reciente acuerdo alcanzado entre México, Estados Unidos y Canadá, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
“(El acuerdo) viene a dar certidumbre a nuestros exportadores, de que cuentan con un mercado donde pueden colocar sus productos; a nuestros consumidores, de que tienen acceso a más bienes a un menor precio, y a los inversionistas de que en México hay condiciones para incrementar los flujos de inversión que son fundamentales para el crecimiento y la generación de empleos”, manifestó.
Señaló que las reservas internacionales, junto con la línea de crédito flexible, superan los 260 mil millones de dólares, “lo cual cubre toda la deuda pública”.
Destacó que el sector financiero está “bien capitalizado con niveles de 15 por ciento, muy por encima del estándar internacional de 10.5 de Basilea III”.
“Reconociendo los retos, la economía de México es fuerte y sus finanzas públicas son sanas… Entregaremos buenas cuentas y entregaremos bien las cuentas”, finalizó.
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