Por: Redacción
Las problemáticas que se desencadenan en perros y gatos por cuestiones de alimentación deben atenderse con protocolos de diagnóstico oportuno que permitan evitar complicaciones y otras molestias, señaló Joel Augusto García Rivera, coordinador veterinario de Pro Plan.
En la charla Alergias alimentarias: enfermedad, complicaciones, tratamiento y manejo,impartida en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el especialista indicó que la alergia alimentaria es una reacción inmunomediada a la comida ingerida, normalmente a las proteínas, ya que poseen un peso molecular mayor y gran antigenicidad, que consiste en la capacidad de esa molécula para producir una respuesta inmune específica.
Como parte del programa de pláticas sobre temas de nutrición en pequeñas especies, organizado por el Departamento de Producción Agrícola y Animal y la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia de esa sede universitaria, el experto sostuvo que aunque las mascotas cuentan con mecanismos naturales para evitar el desarrollo de alergias mediante el sistema digestivo, el revestimiento mucoso de la pared del tracto intestinal y el tejido linfoide asociado al tubo digestivo (GALT), cuando alguno falla puede desencadenar esta reacción.
Todo componente puede generar sensibilidad pero algunos tienen mayor capacidad de reacción, por lo que es importante identificarlos en los productos comerciales o en caso de llevar dietas caseras, vigilar sus componentes.
Con mayor frecuencia los ingredientes responsables de desencadenar este tipo de alteraciones son la carne de res o ternera, soja y maíz. Por ello se ha implementado el uso de pollo y otras fuentes de proteína que eviten cambios en los procesos metabólicos.
Aunque 97 por ciento de los animales únicamente presenta signos dermatológicos como prurito y otitis, 10 o 15 por ciento también despliega problemas gastrointestinales, vómitos crónicos intermitentes, diarrea y otros signos como convulsiones y asma, ya que este padecimiento tiene una respuesta sistémica.
El especialista señaló que no hay pruebas sencillas y rápidas para su diagnóstico, por ello es sustancial conocer la fisiopatología de las enfermedades, considerar los signos dermatológicos y entéricos, la rutina, la historia clínica y los hábitos, para conocer la causa final y no sólo eliminar los síntomas.
El análisis puede realizarse con dietas de eliminación, compuestas por una fuente única de proteína y carbohidratos, para así identificar cuál de todos está generando la erupción. Una vez hecho esto puede modificarse la alimentación o recurrir a comestibles hidrolizados, aquellos que por su menor peso molecular pueden facilitar los procesos digestivos y de absorción.
También son significativos los cuidados de la microflora intestinal, por lo que cada vez más empresas generan la salida de bienes que incluyen prebióticos para promover la proliferación de las bacterias saludables.
Finalmente dijo que las alergias alimentarias son una afección multifactorial, “un ciclo tanto físico como inmunológico que parte del aprovechamiento de los recursos que le estamos dando a la mascota, por lo que una dieta no tiene ingredientes estrella sino que actúa como un equipo”.
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