Por: Mugs Redacción
Las personas que carecen de alguna extremidad tendrán esperanza de mejorar su calidad de vida gracias al ingeniero egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Luis Armando Bravo Castillo, quien proyecta impulsar la producción industrial de prótesis biónicas y constituirse como la única empresa en Latinoamérica dedicada a ese propósito, con precios 90 por ciento más económicos que en los mercados europeo y estadounidense.
El ingeniero en biónica señaló que por ahora cuenta con cinco patentes internacionales en Estados Unidos, Europa y Brasil, mientras que en México están en proceso dos más. El trabajo que ha realizado desde sus inicios ha permitido la reinserción social de 130 personas a quienes les ha adaptado prótesis para diferentes niveles de amputación. “Todos han sido prototipos fabricados a la medida de los pacientes”, explicó.
La filosofía de Bravo Castillo se basa fundamentalmente en el bienestar de la población, la mayoría de sus pacientes tuvieron accidentes laborales, 40 por ciento de ellos sufrieron traumas mecánicos, 30 electrocución y la proporción restante perdió alguno de sus miembros en accidentes vehiculares.
A mediano plazo la empresa planea tener una línea de productos muy completa que ayude a personas con diversas discapacidades. “Estamos desarrollando una pierna, dedos y mano que tendrá funcionalidad en los cinco dedos; también entraremos en el terreno de las endoprótesis (introducidas en el interior del organismo) para aplicaciones dentales, así como prótesis de cadera, rodilla, codo y hombro. Más adelante queremos incursionar en el campo de la visión artificial para beneficiar a los invidentes”, detalló.
El egresado de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) anunció que podrá competir abiertamente en el mercado mundial en cuanto la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) le extienda la certificación correspondiente.
Durante el Primer Congreso Internacional de Investigación y Desarrollo Científico en Ciencias Médico Biológicas, realizado en la Escuela Superior de Medicina (ESM) del IPN, Bravo Castillo mostró en una línea de tiempo su recorrido desde el primer prototipo que surgió en un laboratorio escolar, hasta la fundación de la empresa Probionics en 2006 y el trabajo que ha emprendido hasta la fecha.
“Soy muy sensible al dolor ajeno, mi pasión por ayudar a las personas con discapacidad surgió en un quirófano cuando estudiaba medicina y presencié la amputación de los brazos y una pierna a un joven. Hemos planeado un modelo de negocio que nos permita reducir los costos e inclusive implementar planes de financiamiento para que las personas de escasos recursos paguen sus prótesis en dos años”, puntualizó.
Aunado a ello, el joven empresario planea establecer vínculos con autoridades gubernamentales para plantearles la necesidad de implementar programas mediante los cuales las personas de escasos recursos y quienes viven en pobreza extrema tengan la oportunidad de contar con prótesis que les permitan mejorar su calidad de vida.
Aunque Probionics ya es una realidad, la empresa continuará en la innovación para ofrecer esperanza a las personas amputadas, a través de dispositivos que les devuelvan la funcionalidad que les fue arrebatada a causa de algún accidente
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