Por: Redacción/
La secretaria de la Comisión de Igualdad de Género, diputada María Guadalupe Almaguer Pardo (PRD) planteó tipificar el delito de acoso sexual en espacios públicos, dado que es un problema cotidiano que enfrenta la mayoría de las mujeres en el mundo y se ha normalizado en la sociedad como una conducta “natural”.
Con la reforma al artículo 259 Ter del Código Penal Federal, se busca aplicar sanciones de hasta 40 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y 48 horas de capacitación y sensibilización en instituciones públicas o privadas, dedicadas a la prevención de cualquier tipo de violencia de género.
Asimismo, la legisladora propone que cuando este ilícito sea realizado en menores de edad o con alguna discapacidad física o mental, se imponga una pena de 1 a 3 años de prisión inconmutables.
“El acoso sexual en espacios públicos no es reconocido como un delito en el Código Penal Federal, aunque es una forma de violencia conforme al artículo 4 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, ya que genera en ellas temor a transitar libremente”, expuso.
Refirió que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la Ciudad de México, 96 por ciento de las mujeres encuestadas señaló haber experimentado algún tipo de violencia sexual en espacios públicos y 58 por ciento haber recibido tocamientos que violentaron su intimidad.
“Implantar medidas adecuadas que hagan frente a la violencia contra las mujeres en espacios públicos, son necesarias para garantizar la integridad física y psicológica de las afectadas”, afirmó.
Almaguer Pardo destacó que según el Diagnóstico sobre Violencia de Género en el Transporte Público, realizado por El Colegio de México, el 93 por ciento de las mexicanas ha recibido miradas lascivas al transitar por espacios públicos, 50 por ciento ha sido tocada en las calles por lo menos una vez, 69 por ciento ha padecido acercamientos indeseados y el 39 por ciento ha vivido persecuciones.
Otro estudio, como el Panorama de Violencia Contra las Mujeres en México (Inegi, 2013) arroja cifras alarmantes, pues 86.5 por ciento refirió haber sido objeto de intimidación en los espacios públicos, específicamente comunitarios; 38.3 padeció abuso sexual y 8.7 por ciento agresiones físicas.
La intención del documento que analiza la Comisión de Justicia “es visibilizar una de las manifestaciones con mayor violencia normalizada en la sociedad y que deja a las mujeres en la indefensión y en la impotencia por falta de elementos para poder denunciar cuando es violentada”, añadió.
Relató que el acoso sexual en espacios públicos es una práctica normalizada; gestos, silbidos, sonidos de besos, tocamientos, masturbación pública, exhibicionismo, persecuciones (a pie o en vehículo), entre otras, son costumbres con un manifiesto carácter sexual.
Cometerá este delito quien realice conductas de tipo sexual que, sin llegar a la agresión física, generen hostigamiento, intimidación o un ambiente hostil, como piropos, comentarios sexuales, silbidos, bocinazos, jadeos y otros ruidos; gestos obscenos, arrinconamiento, masturbación con o sin eyaculación y exhibicionismo que limiten el tránsito, la tranquilidad y recreación en los espacios públicos de las personas contra las que son cometidas, que afecten o perturben el derecho a la integridad, su seguridad personal y libre tránsito de toda persona, causándole intimidación, degradación, humillación, miedo, y/o un ambiente ofensivo.
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