Por: Redacción
Ante el acoso del nuevo gobierno de Estados Unidos cobra mayor interés construir nuevas refinerías en México y posponer por un año las rondas de licitaciones de los campos petroleros, a fin de que nuestro país tenga una postura de mayor firmeza frente a las amenazas de Donald Trump, propuso el senador Luis Sánchez Jiménez.
Durante el seminario “Nuevo orden petrolero mundial en la era del presidente Donald Trump, riesgos y oportunidades para México”, el legislador del Grupo Parlamentario del PRD señaló que posponer por un año las rondas de licitación es una medida que no afectaría a ninguna empresa de manera directa, pero “nos daría una postura de firmeza y pararía las amenazas de Donald Trump”.
El legislador indicó que la empresa Exxon, de la que fue director el actual vicepresidente de Estados Unidos, tiene pendiente firmar con México el contrato de una licitación que ganó. Por eso Sánchez Jiménez preguntó: ¿si la suspendemos? ¿si la paramos? Podemos hacerlo.
Existen maneras de hacer valer la fuerza que tenemos como país productor de petróleo, pero no se hace porque tenemos al frente de la negociación a un personaje que ha sido clave para todo esto: Luis Videgaray, quien fue el operador de esta reforma y el responsable de aplicarla; hoy está en la Cancillería al frente de las decisiones que se tomen en el país, expresó.
Por otro lado, dijo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público calcula recaudar -este año- 284 mil millones de pesos por conceptos de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a las gasolinas, un poco más de los 239 mil millones de pesos recaudados en 2016.
Mencionó que es evidente que el gobierno federal tiene un interés de carácter recaudatorio, ya que el incremento a los combustibles se ha convertido en el componente para equilibrar las finanzas públicas por la pérdida de ingresos petroleros.
Asimismo, dijo que la importación de gasolinas ha mantenido un alza creciente desde 2004, cuando representaba menos de 10 por ciento de las ventas totales. Ahora, incluso en la publicidad del gobierno federal, se da cuenta del grado de dependencia extranjera y se reconoce que más de la mitad del consumo nacional es vía la importación.
Por ello, consideró necesario que se construyan refinerías en el país, con el objetivo de que México no sólo venda petróleo crudo, sino agregarle valor, ofreciendo gasolinas y lubricantes de mayor calidad en los mercados nacional e internacional.
Al recomendar que el Estado mexicano debería tomar cartas en el asunto antes de abandonar a la población a la suerte que le depare el libre mercado, en un ámbito tan relevante como el de los combustibles, puntualizó que la reforma energética da un paso más en el proceso de integración energética dependiente de Estados Unidos, compromete la seguridad nacional del país y vulnera la soberanía nacional.
En su oportunidad, el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ulises Lara López, dijo que es fundamental crear una unidad nacional que estimule acciones claras, a través de una plataforma programática y estratégica, a efecto de desarrollar políticas de largo alcance que impulsen, la investigación, el desarrollo y lo vinculen con la industria.
Expresó que las malas decisiones políticas se han encaminado a mantener los aparatos estatales y las ventajas que esto le significaba a ciertas organizaciones y grupos, mediante prebendas de pagos y apoyos, “es decir, se privilegió el corporativismo y el control político”.
Si no debatimos el futuro de México, cuando menos en un horizonte de 50 años, difícilmente vamos a poder avanzar, porque somos una nación en la cual las decisiones políticas se ha visualizado como dependientes de las decisiones de otros países, puntualizó.
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