Por: Redacción
El presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, ha ratificado las declaraciones durante su campaña presidencial, como la salida del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Al señalar lo anterior el senador Daniel Ávila Ruiz, secretario del Comité Directivo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD), dijo que hay dudas en torno al margen de maniobra frente al nuevo proteccionismo estadounidense; y también planteó la pregunta sobre quiénes pueden ser los aliados de México, para contrarrestar “la inminente caída de las exportaciones mexicanas”.
En una de las mesas de análisis convocada por el IBD, Enrique Cárdenas Sánchez, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, recalcó que la situación que vivimos ahora tiene semejanzas con la Gran Depresión, en los años treinta del Siglo XX: una crisis fuerte que venía del Norte, la contracción de las exportaciones, la depreciación del tipo de cambio y el regreso de trabajadores; todo en un lapso muy corto, de alrededor de dos años.
La respuesta que hubo entonces fue tal que el Producto Interno Bruto (PIB), en los años treinta, creció en promedio cuatro por ciento anual, la recuperación de la economía fue notable, empezó un proceso de sustitución de importaciones y de transformación económica muy importante, que después se prolongó en los siguientes 30 años.
Luz María de la Mora, profesora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), manifestó que Donald Trump ha declarado abiertamente una guerra comercial muy agresiva contra México y se ha dedicado a “torpedear” la participación mexicana en las cadenas de producción de América del Norte, particularmente en el sector automotriz, que representa el 40 por ciento de las exportaciones del país.
La académica señaló: “Trump hoy nos da la oportunidad de reinventarnos porque no tenemos otra opción”. Se tiene que hacer un esfuerzo en la diversificación de mercados, de productos, de sectores, de empresas y de regiones; tenemos una red de acceso preferencial, sostuvo.
Por su parte, Juan Carlos Moreno-Brid, académico del CIDE, consideró que México debe cambiar el motor de crecimiento, diversificando las exportaciones, contar con una política industrial y, además, dinamizar el motor interno.
Subrayó que Donald Trump ha puesto el tema del empleo en el centro de su política, por lo que cuestionó: ¿y el gobierno mexicano cuándo? Aseveró que si se quiere hablar de mercado interno, tenemos que colocar la desigualdad en el centro.
Finalmente, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, Francisco Suárez Dávila, dijo que debería de rechazarse el concepto de renegociar el TLCAN. Recalcó que si Estados Unidos desea imponer aranceles o restricciones, como lo señaló el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se debe actuar en reciprocidad y establecer espejos.
Asimismo, expresó su apoyo a la postura del Presidente, en cuanto a que se debe promover una negociación más amplia y redefinir la relación con Estados Unidos más allá del TLCAN, aunque externó sus dudas en torno a que los americanos acepten esta ampliación de la negociación, hay que intentarla.
Consideró importante convencer a Canadá de la necesidad de un relanzamiento de América del Norte como una región económica, dinámica, competitiva, y resaltó que actuando juntos existen todas las ventajas competitivas para ganarle a otras regiones con tecnología, capital, materias primas, entre otras herramientas.
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