- Señaló es necesario llevar a cabo campañas de concientización para que niñas y mujeres jóvenes puedan ejercer su derecho al libre desarrollo de la personalidad y alertarlas sobre los procesos de hipersexualización y mercantilización del cuerpo que existen hoy en la sociedad.
Por: Redacción/
En México, la hipersexualización de las mujeres y mercantilización de su cuerpo ha ido en aumento derivado de la narcocultura, aseguró la senadora Geovanna Bañuelos, en este sentido y para garantizar la salud y protección de las mujeres que recurren a las cirugías estéticas, solicitó a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios verificar que hospitales y clínicas que practican estos procedimientos cuenten con las condiciones de salubridad pertinentes y con el personal médico certificado.
Asimismo, urgió a la Fiscalía General de la República (FGR) y sus homólogas en las 32 entidades federativas, iniciar investigaciones para identificar a las clínicas y personas que se ostenten como personal médico que ofrecen estos procedimientos quirúrgicos estéticos sin la acreditación necesaria o en condiciones que ponen en riesgo la salud de las pacientes.
Mediante un punto de acuerdo presentando al Senado de la República, la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo señaló que en México la violencia contra las mujeres está viciada por una carga excesiva de estándares machistas y de objetivación que vulneran el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
En este sentido, dijo, es necesario llevar a cabo campañas de concientización para que niñas y mujeres jóvenes puedan ejercer su derecho al libre desarrollo de la personalidad y alertarlas sobre los procesos de hipersexualización y mercantilización del cuerpo que existen hoy en la sociedad.
Para ello, pide al Instituto Nacional de las Mujeres y a sus similares en las entidades de la República llevar a cabo campañas de información y concientización sobre este tema.
“Estas prácticas donde las mujeres son tratadas como objetos que pueden ser comercializados y donde se enaltecen estándares de belleza lejanos a la realidad, resulta perjudicial por lo que es necesario evaluar sus consecuencias”, enfatizó.
Geovanna Bañuelos advierte que se requiere una atención especial en la manera como se han interiorizado modelos y formas de ser a partir de la imagen que proyectan las posesiones de quienes pertenecen al crimen organizado.
“Se trata de una estética en la que el dinero y el poder van de la mano, además, la ostentación marca la pauta para ocupar un lugar en el mundo, para representar y representarse. En suma, su apariencia define su rol y estatus social”, detalló.
Destaca que la situación que preocupa y que es grave, es que en ocasiones las mujeres son coaccionadas por sus parejas o por “patrocinadores” para ser operadas, violentando su derecho al consentimiento libre e informado del libre desarrollo de la personalidad, a la salud y el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
“Hay que ser enfáticos, no nos oponemos a las procedimientos no invasivos o cirugías estéticas, ni a la decisión de las mujeres a decidir sobre su apariencia, a ejercer su derecho al libre desarrollo de la personalidad, ni sobre su libertad de expresión, sino a que esta decisión se vea viciada por una cultura donde el auge tiene que ver con el cambio de apariencia o la reconstrucción física para encajar en un modelo que objetivista a la mujer”, apuntó.
Geovanna Bañuelos asevera que uno de los compromisos fundamentales que tiene el Estado con la sociedad es mantener las condiciones de seguridad para que las personas puedan tener una vida mejor. En el caso particular, las autoridades sanitarias deben regular la provisión de servicios de salud.
En específico para que haga valer la legislación en la materia y se constate que los hospitales y clínicas que practican procedimientos quirúrgicos de cirugía plástica con motivos estéticos mantengan las condiciones de salubridad pertinentes, así como el personal médico certificado.
De igual forma se deben evitar los casos en que se daña a las personas por la práctica de procedimientos riesgosos a cargo de personal no capacitado, revisando
que cuenten con los permisos necesarios para su funcionamiento. Y que en caso contrario que se revoque la autorización y licencia sanitarias y se proceda conforme
a la legislación aplicable.
“En el Partido del Trabajo consideramos imprescindible que se proteja a las personas en contra del personal médico poco profesional y que se ejerza la acción de la justicia en contra de las clínicas y personas que se ostenten como personal médico que practican procedimientos no invasivos o quirúrgicos estéticos sin la acreditación necesaria o en condiciones que ponen en riesgo la salud de las personas; y donde se presuma la posible violación de los derechos humanos de los pacientes”, concluyó Geovanna Bañuelos.
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