Por: Redacción/
La diputada Martha Patricia Ramírez Lucero (Morena) propuso que la Procuraduría Federal del Consumidor combata la publicidad sexista, discriminatoria, abusiva y de estereotipos hacia niñas, niños, adolescentes y mujeres.
La legisladora impulsa una iniciativa para reformar los artículos uno, 24, 25 Bis y 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, a fin de incluir la protección de la dignidad humana y el combate a toda forma de violencia simbólica que reitere estereotipos en detrimento de grupos en condiciones de vulnerabilidad, desigualdad o discriminación.
El propósito es que este organismo aplique medidas precautorias cuando advierta prácticas publicitarias de ese tipo, que incluyan mensajes sexistas o sugieran el sometimiento sexual de alguna persona.
Plantea establecer que se entenderá como sexista cualquier información o publicidad que proyecte dominación del hombre sobre la mujer, de una persona perteneciente a un grupo dominante a otra considerada como vulnerable, que exhiba o sugiera contenido de carácter sexual o simbólico opresivo en detrimento de su dignidad o que coloque a las niñas, niños, adolescentes y mujeres, en condiciones de desigualdad frente a los varones.
Argumentó que el objetivo es proteger a esta población ante comerciales engañosos y abusivos realizados, por medio de métodos coercitivos y desleales, y evitar prácticas y cláusulas arbitrarias o impuestas en el abastecimiento de productos y servicios.
La presidenta de la Comisión Jurisdiccional, explicó que ese tipo de anuncios refiere características o información relacionadas con algún bien, producto o servicio que pudiendo ser verdaderas o no, inducen a error o confusión al consumidor por la forma inexacta, falsa, exagerada, parcial, artificiosa o tendenciosa en que se presenta.
En su propuesta, turnada a la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, para su análisis, destaca que es necesario realizar acciones coordinadas entre autoridades federales, estatales y municipales.
Como ejemplos, refiere los anuncios que reafirman el estereotipo de las mujeres como responsables de las labores de limpieza en el hogar, manteniendo las brechas de género, porque es un trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. En México, esta población dedica semanalmente 19 horas más que los hombres, en este tipo de actividades.
Asimismo, los comerciales sexistas que promueven marcas de sopas caseras, con una niña alimentando a una muñeca, enviando el mensaje de que las menores tienen a su cargo reproducir la labor de sus madres en el cuidado de los hijos.
“La campaña para difundir una promoción por el día de la secretaria incita al acoso y abuso sexual dentro de los recintos laborales, al incluir productos como condones, chocolates y vino, haciendo hincapié en que el lugar de las mujeres de asistencia profesional dentro de las oficinas incluye una vinculación de carácter personal, lo cual resulta violatorio a su dignidad”, aseguró.
Otra promoción ofrece un disfraz de temporada vendido dentro de una tienda de autoservicio, que muestra a una niña menor a los diez años posando de “manera sugerente” para publicitar un atuendo de enfermera, ambos son estereotipos cargados en contra de las mujeres y atenta en contra de los derechos de las niñas.
Por ello, afirmó que el sexismo publicitario es una conducta que necesita ser tratada y modificada para eliminar su principal consecuencia: la violencia de género; sobre todo, porque la Organización de las Naciones Unidas sostiene que en México mueren 7 mujeres al día.
El Inegi, en la última encuesta realizada en 2013, identifica un total de 11 millones 256 mil 206 denuncias de víctimas de violencia considerada de género.
“Las cifras resultan alarmantes, porque el 56 por ciento de las mujeres casadas o con pareja reportaron haber padecido violencia en algún momento de su vida, y el 88.9 por ciento fueron agredidas en los doce meses anteriores a la encuesta. Es decir, tan sólo 11 de cada 100 mujeres mexicanas denuncia la violencia que ha sufrido”.
En el mundo, una de cada tres mujeres, 35 por ciento, ha sufrido violencia física o sexual de su pareja o por terceros, en algún momento de su vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, comentó.
La legisladora por Baja California sostuvo que aun cuando nuestro país mantiene una legislación democrática, históricamente las mujeres han vivido sometidas a la supremacía de los hombres desde la publicidad; asimismo, todos los actos culturales, sociales e individuales han estado permeados por la violencia.
Se ha reconocido que las mujeres de la sociedad mexicana, junto con las de otros países latinoamericanos, identifican que sus vidas están amenazadas por una serie de conductas misóginas que tienen el objetivo de privar de la vida a madres, esposas, hijas o hermanas. Estos hechos han existido de forma alarmante en nuestra sociedad, sostuvo.
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