Por: Redacción/
Producir agricultura con altos rendimientos no es cosa de magia y la realidad de la producción nacional en donde el 80 por cientos de los pequeños y medianos productores no hacen uso de las nuevas tecnologías y mucho menos utilizan eficientemente los fertilizantes con lo que se genera excesiva explotación de los suelos, mal uso de los terrenos, excesivo uso de agroquímicos, solo se afecta la producción agrícola con rendimientos de una a 4 toneladas por hectárea mientras en Estados Unidos son 10 toneladas por hectárea, advirtió la Universidad Autónoma Chapingo.
Por ello, la Universidad Autónoma Chapingo introduce la “Mecatrónica Agrícola” y los Modelos Matemáticos en la siembra de alimentos, novedad mundial diseñada por investigadores de esta casa de estudios a fin de aumentar volúmenes, mejorar la calidad e inocuidad de los productos y reducir los índices de contaminación de agua dulce.
Así es como el quehacer científico de la Universidad Autónoma Chapingo posiciona a esta institución entre las primeras universidades rurales del mundo y actualmente como la única institución en incursionar la Mecatrónica Agrícola en sus planes de estudio por ser, la mecatrónica, una de las diez tecnologías emergentes y ante la necesidad, en el medio rural agrícola, de mantener altos estándares de competitividad frente a las demandas de productividad, calidad, seguridad y eficiencia en la producción alimentaria pues en México solo el 20 por ciento de los agricultores accede a las nuevas tecnologías.
La Dirección General de Investigación y Posgrado de esta casa de estudios a cargo de Bernard Herrera y Herrera, dio a conocer lo anterior en el marco de la presentación de las investigaciones y el desarrollo tecnológico para la construcción de la sustentabilidad nacional expuestas por investigadores de la UACh en Congresos Nacionales e Internacionales donde la Mecatrónica Agrícola es la herramienta de mayor interés a nivel mundial para su aplicación.
Sobre esta ingeniería emergente que es la Mecatrónica Agrícola, Eugenio Romantchik, profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, indicó que esta licenciatura en ingeniería de la UACh busca formar profesionales en esta área tan importante para la agricultura mexicana y mundial ya que la robótica permite elevar la calidad de los alimentos y reducir los tiempos de siembra y cosecha, de principio a fin del ciclo agrícola para incorporarse a la cadena de valor.
Por su parte, el profesor-investigador Arturo Chong Slava dio a conocer modelos matemáticos utilizados como referentes para los procesos de fertilización en granos básicos como maíz, trigo, sorgo, arroz y cebada. Con ello se permite saber la precipitación pluvial anual, la temperatura media anual de la localidad en que se va a sembrar y determinar la cantidad de nutrimentos a aplicar en la siembra.
Y es que, detalló, es necesario este modelo si consideramos que mientras en México se producen 3.8 toneladas de maíz por hectárea, en Estados Unidos el rendimiento es superior a las 10 toneladas por hectárea ya que ahí si utilizan la tecnología emanada de la investigación.
Lamentablemente en nuestro país aún está el problema del mal uso de fertilizantes en los procesos de siembra por parte de los grandes productores ocasionando daño ecológico a ríos y para los pequeños productores los fertilizantes no están a su alcance por cuestiones económicas y si valoramos qué cantidad de fertilizantes usan los pequeños productores, veremos que son muy pocos.
Hablando de maíz, los problemas se presentan con los grandes productores pues llegan a hacer uso excesivo de fertilizantes y por eso se están registran las desembocaduras de ríos con excesos de nitratos lo que deriva en mares muertos.
“Estos problemas con grandes productores se debe a que a veces no saben exactamente la cantidad usar de fertilizantes o los aplican en el momento no adecuado y todo eso provoca contaminación”, precisó el investigador Arturo Chong Slava.
En este orden de ideas sobre innovaciones tecnológicas, los investigadores de Chapingo ya trabajan en procesos para optimizar el manejo postcosecha del mango “Ataulfo” conocido como niño a fin de incrementar su vida en anaquel y acceder al mercado de exportación con éxito.
Al respecto, Joel Corrales García, profesor-investigador de la UACh dio a conocer que México es uno de los principales exportadores de mango a nivel mundial, principalmente del Ataulfo, sin embargo se detecta que de este cultivo muchos mangos son denominados “niños” que carecen de valor comercial en el mercado de exportación.
Por lo anterior y para posicionarlo en el mercado internacional se comparó el comportamiento del mango niño procedente de Chiapas y Nayarit para determinar y comparar el patrón de respiración, pérdida de peso, sólidos solubles totales, acidez titulable, azúcares reductores y totales, pH, firmeza, daño por frío y evaluación de calidad visual.
Del mismo modo, se trabaja con el aguacate criollo por su alto valor nutricional, compuestos bioactivos y antioxidantes ya que se busca aumentar la producción para rescatar este alimento y favorecer la demanda en los estados productores como Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Michoacán y Sinaloa.
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