Por: Redacción
Con el propósito de abatir la desnutrición en comunidades de extrema pobreza, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes elaboraron una pasta de bajo costo enriquecida con proteínas derivadas de un insecto y con fibra de bagazo de naranja.
Los jóvenes de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) perfeccionaron la fórmula tradicional de la harina de trigo, con proteínas de alta digestibilidad provenientes de las larvas de un pequeño insecto coleóptero llamado tenebrio molitor.
La pasta cumple con el propósito de ofrecer a la población alternativas de alimentación, lo que resulta importante si se toma en cuenta que en zonas marginadas del país muy pocas veces se consumen proteínas. El producto politécnico representa una opción para complementar la dieta diaria, debido a que la calidad de dichos nutrientes es comparable con la carne de cerdo y res.
Mariela Aguilar Lara, Cinthia Eliana Cerezo Villaldama, Kenya Lizbeth Contreras Ramírez, Sharon Martínez De Luis, Diana Karen Alvarado Rodríguez, Berenice Valenzuela Santillán y Fernando Cortés Cervantes, consideraron que, por su bajo costo, la sopa es un alimento de alto consumo en las familias mexicanas, por ello planean constituir una microempresa para ofrecer sus beneficios a la población.
La elaboración de la pasta requirió de múltiples pruebas, fue necesario estandarizar la formulación con las cantidades apropiadas de cada ingrediente y al mismo tiempo conseguir que el producto tuviera la elasticidad y textura adecuadas.
Los estudiantes de Ingeniería Bioquímica mencionaron que las pastas convencionales generalmente sólo aportan carbohidratos, por lo que se cuidó que el producto politécnico fuera más balanceado, con aporte significativo de proteína, el doble de fibra y las larvas de tenebrio también aportan minerales como el fósforo y calcio.
Señalaron que cultivar las larvas es relativamente sencillo, “se obtiene la primera generación de tenebrios y de ahí en adelante se cultivan los insectos, los cuales se alimentan con algunos cereales, lechuga y frutas para hidratarse. Únicamente se cuida que se reproduzcan en condiciones adecuadas y se requieren espacios pequeños”, agregaron.
El producto se desarrolló de acuerdo con las normas oficiales de calidad y debido a que su materia prima es poco común se realizaron pruebas microbiológicas que garantizan la inocuidad del producto, mismo que no contiene conservadores y su vida de anaquel es de aproximadamente un mes.
Al realizar las pruebas sensoriales, los jóvenes politécnicos se percataron de la buena aceptación que tuvo la pasta, la cual no tiene sabor específico, la sazón de cada persona le otorga esa propiedad.
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