Por: Redacción/
Los diferentes sectores de la sociedad deben contar con herramientas para hacer un buen uso de la información que circula en las redes; de lo contrario, se abre un riesgo, no solamente para la vida política o la organización de una elección, sino para muchos otros ámbitos de la vida social, sostuvo el Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), Edmundo Jacobo Molina.
Al clausurar el foro “Desinformación digital en México. Lecciones y perspectivas poselectorales” afirmó que la complejidad de la organización de las elecciones 2018 implicaban áreas de oportunidad y riesgos donde “afortunadamente la desinformación no jugó como pudo haber jugado, pero hay mucho que aprender con una visión a futuro”.
Edmundo Jacobo consideró prioritario “trabajar para que los diferentes sectores sociales cuenten con herramientas para hacer un buen uso de lo que circula en redes sociales” y planteó incluso apostar por una política de Estado en materia de educación cívica.
Al participar en el conversatorio “Retos para frenar la desinformación en futuros procesos electorales”, junto con Lulú Barrera, del colectivo feminista Luchadoras MX; Cédric Laurant, director ejecutivo del Programa SonTusDatos.org; el catedrático Salvador Vázquez de Latam Digital del CIDE y Patricia Muñoz, de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, Edmundo Jacobo subrayó que las nuevas modalidades de comunicación han roto todos los mecanismos para que la ciudadanía se informe
El Secretario Ejecutivo del INE dijo que todos los recursos que ofrece el internet, así como el uso y el abuso de los mismos para generar corrientes de opinión, es un tema a observarse, no solamente en la vida y en la competencia política, sino en general para las sociedades contemporáneas.
En su intervención, Lulú Barrera, de Luchadoras MX, aseguró que contrario a lo que se piensa, la violencia en línea no es virtual sino que pasa al plano de la realidad, pues “creemos que configuró un entorno hostil en contra de mujeres candidatas que no les permitió ejercer plenamente los derechos políticos”.
Esta organización registró 84 agresiones en este proceso electoral contra 62 mujeres candidatas provenientes de 24 estados de la República. De estas agresiones, 41% eran expresiones discriminatorias, 20% amenazas y 16% acciones de desprestigio.
Enseguida, Cédric Laurant, director ejecutivo del Programa SonTusDatos.org, señaló que han verificado que actores como los propios partidos políticos contratan a empresas de mercado digital que usan y abusan de los datos de usuarios de redes sociales para buscar tener incidencia en sus preferencias como electores.
“Lo más importante, desde mi perspectiva de defensor del derecho a la protección de datos personales en México, es darse cuenta del vínculo que existe entre la desinformación y la protección de datos personales en el contexto electoral,” agregó.
Uno de los grandes retos para enfrentar la desinformación es articular la academia, las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades electorales, consideró Patricia Muñoz, de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
Para lograrlo, hizo cuatro recomendaciones: recuperar la credibilidad en los actores y las instituciones políticas; construir una cultura política cargada de valores; así como seguir y articular ejemplos de experiencias exitosas.
“En la confianza está la base de la credibilidad, es esa credibilidad la que nos genera la legitimidad de las instituciones y la que nos conduce a algo fundamental en el tema político, la gobernabilidad”, afirmó.
Necesario mejorar la calidad de la información coinciden especialistas
Durante los trabajos del evento, especialistas hablaron de los esfuerzos locales contra la desinformación en México.
Hugo Rodríguez, Representante de Políticas Públicas para América Latina de Twitter, destacó que alrededor del 33% de la conversación en Twitter fue liderada por personas entre 18 y 30 años, lo cual es una muestra clara de que no existió apatía entre los primeros votantes.
Sin embargo, añadió, es necesario mejorar la calidad de la información, ya que existen personas o actores que ocupan un mecanismo de automatización maliciosa para promover contenido a fines a sus intereses y promoverlos dentro de las redes, un pendiente en el que Twitter está trabajando.
Por su parte, Luis García, Director Ejecutivo de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), refirió que el fenómeno de la desinformación no es un problema nuevo, pero se ha potenciado por las tecnologías digitales.
Señaló que la ciudadanía debe pasar por un proceso pedagógico para cambiar paradigmas y convivir en un esquema de abundancia de información que “como individuos y como sociedad, nos está costando trabajo adaptarnos a esa nueva realidad”.
Finalmente, Marco Kanopacki, Coordinador de Proyectos del Instituto de Tecnología y Sociedad de Rio en Brasil, mencionó que existen soluciones como el “Atrapabot” para combatir la desinformación, la cual es una herramienta que permite a las y los usuarios de redes sociales detectar si la persona de la que reciben información es un reproductor automático de contenidos.
Además, la aplicación permite medir el grado de reproducción automática o de “bot” que los propios usuarios tienen, lo cual facilita al usuario ser consciente de la calidad de los contenidos que reproduce y en consecuencia mejorar su desempeño en las redes sociales.
El objetivo del foro “Desinformación Digital en México” fue el intercambio de experiencias que puedan contribuir a mejorar la calidad de la información en los procesos electorales y de esta forma fortalecer la democracia.
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