Por: Redacción

La secuencia sísmica que se activó en el centro de Italia con el temblor de 6.0 grados Richter, el 24 de agosto pasado, podría durar por un largo periodo y no se excluyen otros “eventos importantes”, advirtieron hoy especialistas.

El presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), Carlo Doglioni, reconoció, sin embargo, que no se pueden prever todavía los terremotos, aunque si es posible calcular en qué zonas podrían ocurrir.

“Prever terremotos es todavía imposible, pero se puede decir dónde, no cuándo, es más probable que pueda ocurrir un sismo de una determinada magnitud”, señaló Doglioni en rueda de prensa.

Explicó que con base en los conocimientos actuales se pueden detectar las áreas en las cuales existe una menor deformación y son aquellas en las que la falla sísmica está acumulando una mayor cantidad de energía. “Es en estas áreas que podrían ocurrir terremotos”, acotó.

No descartó la posibilidad de nuevos sismos “importantes” en las zonas afectadas (en las regiones de Umbria, Marche, Abruzzo y Lazio) por el temblor del 24 de agosto pasado (que dejó 297 muertos) y los tres ocurridos el 26 y 30 de octubre, que alcanzaron magnitudes de 5.9, 5.4 y 6.5 grados Richter.

Recordó que en 1703 la zona sufrió dos terremotos importantes, seguido por uno más a una distancia de dos años.

Según el experto, la secuencia sísmica actualmente en curso en el centro de Italia es la evolución natural de la iniciada con el terremoto de L’Aquila de 2009, que provocó casi 300 muertos.

Al respecto, Daniela Pantosi, sismóloga del INGV, expicó que los sismos de 2009 y los de este año ocurrieron en la misma zona geográfica.

Dijo que con el temblor de L’Aquila se activó la falla de Campotoso y la secuencia que se ha activado tras el movimiento telúrico del 24 de agosto pasado se localiza inmediatamente al norte de la misma.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, desde el sismo del 24 de agosto pasado han ocurrido más de 22 mil 700 réplicas.

El sismo del 30 de octubre pasado ha sido el más fuerte registrado en Italia desde 1980 y aunque no causó víctimas, provocó graves daños materiales y más de 25 mil damnificados.