Por: Ximena Islas
Con motivo del Día Mundial Contra la Minería a Cielo Abierto (el cual se celebra este 22 de julio), se presentó el Manual Defensa de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) de pueblos y comunidades frente a los megaproyectos mineros en México, el cual tiene como objetivo dar una herramienta de lucha contra el modelo de extracción en el país pues afecta la salud de los pobladores (principalmente niños y mujeres embarazadas) y daña severamente al medio ambiente, una violación a loa derechos humanos fundamentales.
Este manual es posible gracias al trabajo conjunto de diversas organizaciones colectivas, como lo son el Colectivo de Abogados y Defensores de interés público, Fronteras Comunes y Greenpeace México.
Durante la presentación, la directora de Fronteras Comunes, Marisa Jacott comentó que la construcción del material les llevó más tiempo del que habían planeado, pues fueron más de dos años.
Lo queremos presentar para unirnos a las protestas del 22 de julio contra la minería a cielo abierto. El manual da un contexto de lo que es la minería en México, qué son las concesiones, quién las da y su duración, se informa sobre la contaminación química y presentamos los trámites que realizan las mineras porque las comunidades afectadas los deben conocer para que tengan una defensa, y también se muestran los instrumentos jurídicos y no jurídicos que ayudan frente a los proyectos de minería, comentó la directora.
Esta herramienta también relata algunas de las luchas que se han llevado a cabo en este ámbito, como el caso de San Javier, en el cual ya están dictadas las órdenes de suspensión, sin embargo, las actividades continúan.
Por otro lado, la asesora legal de Greenpeace México, María Colín, enfatizó que la cantidad de regiones naturales protegidas es casi igual a la de concesiones mineras, pues hasta 2014 se registraron 25 mil 267 concesiones mineras (según datos del servicio geológico mexicano, esto es una superficie de 26 millones de hectáreas, alrededor del 12.7 por ciento de territorio nacional) mientras que las regiones naturales protegidas son 177 y representan 25 millones 628 mil hectáreas, el 12.1 por ciento del territorio.
Es importante que esta lucha se una a otras y que se hagan más encuentros para que la gente se entere de la problemática y las comunidades afectadas sepan cómo defenderse. No estamos en contra del desarrollo pero este no deber ser a costa de la violación de los derechos humanos, argumentó.
Para dar una idea de los daños que los proyectos de extracción al aire libre causan a la salud de los pobladores, Miguel Ángel Mijangos de la Red de Afectados por la minería (REMA) mostró imágenes de personas con daños en la piel e infecciones y los efectos congénitos externos e internos que sufren los niños por los metales en el aire, como malformaciones en pies y manos y el desarrollo incompleto de órganos vitales como pulmones y cerebro.
Las partículas de metal entran directamente a la placenta por medio de la respiración y esto provoca complicaciones para la madre, se han dado miles de abortos por este motivo, compartió.
Asimismo, explicó que estos procesos también significan un desperdicio de agua pues una vez que los químicos o metales entran en contacto con ella (en ríos o manantiales), se convierte en tóxica y ya no sirve para nada.
Los voceros precisaron que es una lucha difícil y que llevará mucho tiempo, sobre todo porque otros países invierten para realizar esos procesos en el país y no se dan cuentas claras de regiones y personas afectadas, pero que este Manual da una herramienta para proteger el ambiente y los derechos humanos, sobre todo la salud.
Este manual se entregará a los pobladores cercanos a las regiones mineras que lo soliciten y por el momento está disponible en línea en la página de Greenpeace México.
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