Por: Redacción/
El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN), secretario de la Comisión de Salud, inauguró el foro “Día Mundial de los Cuidados Paliativos, Vida con calidad al final de la vida”, a fin de reflexionar sobre este tema para fortalecer las políticas de salud y la legislación en la materia.
La sociedad enfrenta un proceso de envejecimiento y aumentan las enfermedades-crónico degenerativas, lo que implica que más de 240 mil mexicanos que padecen cardiopatías, cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes, accidentes, incluso niños, estén a la espera de recibir cuidados y acceso a medicamentos contra el dolor.
Con las aportaciones, propuestas y conocimiento de especialistas y expertos en este foro, se podrán tomar las mejores decisiones, “a propósito de una Ley General de Cuidados Paliativos que hemos presentado y firmado diversos partidos políticos”. Dijo que la iniciativa se analizará en parlamento abierto y se espera su aprobación este año. Contempla la mecánica para ver, en paralelo con el Presupuesto, un punto de acuerdo para que se solicite más morfina.
Afirmó que es necesario un marco regulatorio que garantice el acceso a servicios para tratar el dolor de los pacientes y brindar apoyo a sus familias, los cuales deben ser cubiertos con recursos públicos por el tiempo que sea preciso. Es impostergable, dijo, pues la necesidad de tratamientos para el dolor nunca ha sido mayor y el sistema de salud debe tomar medidas ante el avance del envejecimiento poblacional y las enfermedades crónico-degenerativas.
Ramírez Barba pidió que los cuidados paliativos sean un componente fundamental de los servicios de salud. “Ahora se centran en quienes enfrentan una enfermedad terminal y cuya expectativa de vida es menor a seis meses, de acuerdo a la legislación vigente y con una medicina basada en existencias, no en evidencias”.
En el marco de esta efeméride, que fue el 12 de octubre, se pronunció por que, tanto adultos, como jóvenes y niños con enfermedades crónicas o amenazantes para la vida, reciban la atención especializada que requieran.
La diputada Elba Lorena Torres Díaz (PES), secretaria de la Comisión de Salud, indicó que es necesario atender, no sólo la prevención y el estado agudo de las enfermedades, sino enfocarse en la salud emocional de los pacientes y sus familias. Destacó la importancia de atenderla y que sea el gobierno quien subrogue esos gastos.
Se pronunció por que la iniciativa de ley general de Cuidados Paliativos salga adelante con el apoyo de todos los grupos parlamentarios
En su participación, Felicia Marie Knaul, directora del programa Universalidad y Competitividad en Salud, refirió que se estima que en México cada año 229 mil personas fallecen con gran sufrimiento relacionado a la salud. Además, 224 mil viven con sufrimiento grave y aproximadamente seis por ciento de la carga total recae en los niños.
Mencionó que el cáncer es el padecimiento que genera el nivel más alto de sufrimiento y agobia a 127 mil pacientes, seguido del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), con 75 mil enfermos. Le siguen lesiones, demencia, enfermedades hepáticas y pulmonares, entre otras.
En su turno, Nayely Salazar Trujillo, coordinadora del grupo de trabajo Seminario de Estudios sobre la Globalidad, señaló la importancia de incluir las enfermedades crónicas no transmisibles a los cuidados paliativos, por el importante número de pacientes relacionados a estos padecimientos. Algunas enfermedades de este tipo son: diabetes, cardiopatía isquémica, cirrosis y algunos trastornos mentales como la depresión y ansiedad.
Es necesario realizar un trabajo colaborativo para generar políticas que brinden una cobertura integral hacia una atención paliativa y no limitarlos a ser atendidos al final de sus vidas, sino empezar a trabajar con ellos desde que el diagnóstico.
Celina Castañeda de la Lanza, coordinadora de Voluntades Anticipadas del estado de México, aseveró que en el sistema de salud no existe un paquete básico de cuidados paliativos. Hay ineficacia en la política de subrogaciones en el sector salud, lo que limita que un paciente pueda ser atendido sólo durante seis meses.
La jefa de servicio en Cuidados Paliativos del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), Silvia Allende Pérez, denunció que en México no se tiene acceso a morfina, no hay fármaco inyectable suficiente y la presentación que había es diluida, 200 miligramos en 20 mililitros, además es cara y no se puede utilizar de manera subcutánea.
La subdirectora de Neonatología del Instituto Nacional de Perinatología, doctora Alejandra Coronado Zarco expuso que a nivel mundial mueren 2.4 millones de niños en la primera semana de vida y “en el caso de México hablamos de que alrededor de 30 mil bebés, casi la mitad mueran antes de nacer y la otra mitad fallece en la primera semana, particularmente el primer día de vida”.
Por lo anterior, enfatizó la necesidad de contar con cuidados paliativos perinatales que permitan acompañar al paciente y a su familia, porque en muchos casos enfrentan mucho dolor físico y no tienen la atención necesaria. Además, se requiere un marco legal que incluya el trato digno, ante todo. “Es fundamental que la familia sienta que a su hija o hijo que recién nació recibió un trato digno, por sobre todas las cosas”.
Además, se debe mencionar en las leyes “si son fetos o neonatos. No son iguales, son diferentes a niñas, niños y adolescentes y merecen su lugar en la sociedad”. También se requieren normas específicas vinculadas a otras de tipo general, como la 007 Embarazo y Atención del Recién Nacido, que no incorpora cuidados paliativos que ya debería contemplar.
Del Departamento de Soporte para la Calidad de vida del Instituto Nacional de Pediatría, Enjie Fakhr El-Duz, afirmó que los cuidados paliativos incluyen la participación de varios profesionales de diversas especialidades médicas, a fin de atender enfermedades amenazantes para la vida, incluso, desde el nacimiento.
Refirió que estos cuidados surgen de la necesidad de pacientes crónicos con cáncer, pero no deben ser exclusivos de esta población. “Quitémonos los tabúes: no son para pacientes incurables, no son una etiqueta de abandono y su principal objetivo es mejorar la calidad de vida”, pues deben tomar en cuenta el cuidado del cuerpo, la mente y el espíritu del niño y su familia.
Planteó la importancia también de formar médicos en cuidados paliativos pediátricos que sean expertos en dolor, tener buenas redes en todos los niveles de atención y lograr el acceso a los opioides y a la morfina.
Carlos Magis Ridríguez, director de Atención Integral de Censida, explicó que en el caso del VIH la mayor parte de los casos se concentra en población que no tiene acceso a los servicios que requieren. “En la Secretaría de Salud tenemos cerca de 100 mil personas en atención, mientras que en el IMSS hay alrededor de 45 mil. A finales de 2018 se estimaba un total de 230 mil personas con este padecimiento; además una de cada cinco personas con VIH es mujer, y por año hay 12 mil nuevas infecciones registradas.
Lamentó que esta población de pacientes tiene probabilidad de morir en condiciones de discriminación y estigma. Al principio de la epidemia, recordó, “las personas con este padecimiento eran abandonadas por la familia, especialmente el padre, pero mantenían cierto cuidado por parte de la madre o hermanas”.
Raúl Martín del Campo, representante de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife/México) de la Organización de las Naciones Unidas, comentó que los países tienen miedo de importar grandes cantidades de medicamentos opioides ya que pueden ser robadas para fines diferentes a los tratamientos paliativos.
Aseveró que de toda la morfina producida en México sólo 10 por ciento es usada con fines paliativos, mientras que el 90 por ciento restante es convertida en codeína, utilizada en jarabes para la tos. “No es porque se les niegue a los países, es que no les interesa a los laboratorios”.
Indicó que hay castigos específicos para doctores que cometen errores al recetar medicamentos opioides, por lo que, dijo, debe dárseles más libertad para usar este tipo de medicamentos paliativos.
Luz Adriana Templos Esteban, titular del curso de alta especialidad en medicina paliativa, hospital general Dr. Manuel Gea González, enfatizó la necesidad de que se conozca que hay áreas especiales para dar atención al final de la vida.
Según datos de la Dirección General de Calidad de Salud, hay un déficit del 79 por ciento por falta de personal bien capacitado; además, se desconoce cuántos médicos certificados con estos conocimientos hay en funciones” especificó.
Para concluir agregó que sólo tres universidades cuentan con una asignatura obligatoria en cuidados paliativos en toda la República Mexicana, cuando en la realidad todas las escuelas superiores que manejan áreas de la salud deberían contar con ella.
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