Por Meztli Islas
Estamos en un escenario en el cual debemos preocuparnos sobre las condiciones medioambientales del Valle de México, afirmó el presidente de la mesa directiva del Senado Roberto Gil Zuarth, al ser entrevistado al término de la ceremonia de entrega-recepción de firmas de apoyo a la Iniciativa de Ley 3 de 3.
El legislador señaló que la solución a los altos niveles d contaminación “no debiera ser un asunto que únicamente atienda el Gobierno de la Ciudad de México, sino debiera existir la concertación de voluntades, de acciones de políticas públicas, tanto de la Federación como las entidades federativas que componen la zona metropolitana del Valle de México.
“Las condiciones afectan la salud, no solamente hay que verlo desde la perspectiva de las afectaciones a la movilidad o a la circulación de personas o del tránsito, sino hay que verlo desde la perspectiva de la salud pública, en qué magnitud estas circunstancias afectan a las personas en su salud; la posibilidad de realizar actividades al aire libre, cómo afecta a nuestros niños cuando salen al recreo”.
Sostuvo que este asunto “hay que tomarlo ya con total seriedad, difiero de que se trate únicamente de recursos para remodelar o para reconvertir el transporte público; pensar que con 5 mil millones de pesos vamos a resolver el problema me parece que es simplificar un problema que es de una escala mayor”.
Propuso construir una fórmula de convivencia sustentable en la Ciudad de México, y eso implica muchas acciones, muchas políticas públicas, una combinación razonable y equilibrada de decisiones de gobierno en la que participen distintas instancias y sobre todo distintos actores que tienen responsabilidades en la materia.
Por ello, dijo, la Federación, el Gobierno de la Ciudad de México y también por supuesto los gobiernos de las entidades federativas que conforman la zona metropolitana del Valle de México. De eso se deben tratar las reflexiones, más allá de una disputa por una cantidad determinada de dinero; construir una política pública de largo alcance que garantice la sustentabilidad de la Ciudad de México, pero sobre todo que garantice la salud de quienes habitamos en esta ciudad.
“Hace mucho que no pensamos una política medioambiental en la Ciudad de México de largo plazo. Un plan de largo aliento para cambiar las condiciones en las que vivimos, en las que convivimos, y sobre todo en la que realizamos actividades económicas o actividades cotidianas, desde llevar a los niños a la escuela hasta llevar una industria o ir a nuestro centro de trabajo.
“Creo que de eso se trata la conversación que tenemos que dar. La conversación sobre una política de largo aliento, de largo plazo, que nos dé condiciones y garantías de que la Ciudad de México será sustentable medioambientalmente hablando”, dijo.
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