Por. Redacción/
Con un trabajo que propone un enfoque integral –desde la fisiología, la ingeniería biomédica y la inmunología– para explorar lo que sucede al inicio del trabajo de parto, José Javier Reyes Lagos, doctor en Ciencias por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), obtuvo el Premio Weizmann 2017, que otorga la Academia Mexicana de Ciencias a los autores de las mejores tesis en las áreas de ciencias exactas, ciencias naturales e ingeniería y tecnología.
El egresado de la Unidad Iztapalapa, quien cursó la Licenciatura en Ingeniería Biomédica y la Maestría en Ciencias en Ingeniería Biomédica, obtuvo el premio en el área de ingeniería y tecnología, por la tesis Asociación de una respuesta inflamatoria con la dinámica de las fluctuaciones de la frecuencia cardiaca durante el trabajo de parto a término y de bajo riesgo.
El trabajo fue dirigido por los doctores Gustavo Pacheco López y , investigador del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Lerma, y Miguel Ángel Peña Castillo, docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Unidad Iztapalapa.
Como integrante del grupo de trabajo del Laboratorio de Ingeniería de Fenómenos Fisiológicos Perinatales de la Unidad Iztapalapa “he trabajado en estos temas desde la maestría”, porque existen diversas problemáticas respecto de la salud materno-infantil en el parto”.
Pese a que hay un proceso natural en la mujer en relación con el inicio del trabajo de alumbramiento, “todavía existen grandes interrogantes respecto a qué es lo que lo desencadena, si es el propio estrés de la madre o el feto que a través de una especie de reloj biológico le indica que ya debe nacer”, además de los enfoques endocrinológicos o inmunológicos, entre otros.
Los partos pretérmino en México tienen una incidencia de al menos 20 por ciento, por lo que herramientas de diagnóstico no invasivas y que no causen dolor a la madre o al feto son muy necesarias, al permitir, entre otros beneficios, predecir algunas de las complicaciones que podrían presentarse durante el nacimiento.
Uno de los propósitos de la tesis es proponer un enfoque integral desde la fisiología, la ingeniería biomédica y la inmunología para tratar de explorar qué es lo que sucede en el inicio del trabajo de parto.
El objetivo es obtener índices de bienestar materno-fetales no invasivos para lo cual “ocupamos señales fisiológicas, en particular el electrocardiograma abdominal, con el cual podemos tener indicadores de la madre y del feto a través de algoritmos de procesamiento de señales biomédicas.
Las técnicas propuestas en el trabajo consisten en colocar electrodos en el abdomen materno para después estimar las señales fisiológicas con equipos amplificadores de biopotenciales. A partir de esta señal fisiológica, que es posible monitorizar en una computadora, pueden calcularse parámetros de bienestar tanto de la madre como del feto.
Con este procedimiento “podemos tener indicadores para predecir partos pretérmino (aquél que se produce antes de la semana 37 del embarazo) o bien buscar asociaciones entre marcadores inmunológicos en sangre –con parámetros no invasivos– y la variabilidad de la frecuencia cardiaca, con el fin de tener un indicador más sobre el bienestar materno fetal.
Este tipo de herramientas en los hospitales del sistema de salud sería de gran beneficio para las mujeres, ya que la atención se brinda convencionalmente con equipos de cardiógrafos y los médicos suelen hacer la inspección de manera visual a partir de la experiencia que ellos tienen para ver alguna falta en la evolución de la labor de parto.
Si bien los médicos saben realizar ese diagnóstico, lo llevan a cabo de manera visual y cualitativa, “por lo que consideramos necesario contar con nuevas técnicas cuantitativas” para poder calcular, por ejemplo, a través de la variabilidad cardiaca, tanto materna como fetal, si habrá algún problema en la evolución del trabajo de parto.
Reyes Lagos, quien se desempeña como profesor de tiempo completo en el área de Bioingeniería Médica en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), dijo sentirse gratamente sorprendido por la noticia, ya que el estudio se efectuó multidisciplinariamente con la participación de dos unidades académicas de la UAM, el Centro de Investigación Materno Infantil del Grupo de Estudios al Nacimiento en la Ciudad de México (CIMIGEN), el Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente y la Universidad de Duisburg-Essen, Alemania.
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