Por: Redacción/
Por el innovador diseño, construcción y valoración de un sistema compacto de enfriamiento que utiliza energía solar, José Camilo Jiménez García obtuvo el Premio de Energía 2018 CFE-Fundación UNAM, en la categoría de Mejor Tesis de Doctorado.
El joven, quien desarrolló su investigación en el Instituto de Energías Renovables (IER), propone un sistema de enfriamiento por absorción, que ocupa un espacio similar a un equipo comercial (un metro de frente por uno altura y 0.8 de profundidad). Utiliza intercambiadores de calor de placas, que por estar comercialmente disponibles son económicamente accesibles; además, demostró que tiene la capacidad de ofrecer un buen desempeño cuando se opera con energía solar térmica.
“El crecimiento poblacional ha ocasionado que la seguridad energética en el mundo sea uno de los temas prioritarios; en este contexto, cada vez cobra mayor relevancia el avance de tecnologías para el aprovechamiento de fuentes alternas de energía, así como el consumo eficiente de la misma”, afirmó.
Bajo la premisa de aprovechar el exceso de energía calórica generada en muchos procesos industriales para producir un efecto de enfriamiento (idea sugerida en el siglo XIX por el ingeniero francés Ferdinand P.E. Carre), Jiménez García comenzó a trabajar desde 2014 en su proyecto “Diseño, construcción y evaluación de un sistema de refrigeración por absorción, enfriado por agua, utilizando intercambiadores de calor de tecnología de placas”.
El universitario precisó que en las últimas décadas, cuando se enfatizó la existencia de problemas asociados al uso de combustibles fósiles y de tecnologías que consumen mucha energía, se pensó en una transición y en opciones para aprovechar, por ejemplo, la energía solar, la fuerza de las olas o del viento, que no son nocivas para el ambiente.
En la actualidad, grandes empresas desarrollan sistemas comerciales de refrigeración por absorción de vapor, equipos que echan mano del calor para producir frío.
“Una de sus aplicaciones más atractivas es el aprovechamiento de calor de desecho industrial: en muchos procesos se utiliza una fuente de calor a alta temperatura y al finalizar se usan torres de enfriamiento para desecharlo al ambiente a una temperatura menor. Los sistemas de enfriamiento por absorción pueden usar energía térmica a una temperatura de 80 a 120 grados Celsius, por lo que en lugar de desechar el calor a estas temperaturas es posible usarlo para producir un efecto de enfriamiento”.
Con esta idea, Jiménez García acopló colectores solares a sistemas de enfriamiento para beneficiarse de la radiación de nuestra estrella y, paradójicamente, enfriar ciertos entornos. De igual manera, estudia el acoplamiento de estos equipos a sistemas geotérmicos, pues la refrigeración por absorción puede aprovechar cualquier fuente de calor en el rango de temperaturas mencionado.
En algunas pruebas echó mano exclusivamente de energía solar y encontró que para estas condiciones el equipo de enfriamiento ofrece un desempeño similar a cuando se opera con una fuente de calor auxiliar.
Por el momento, aclaró, el desarrollo de estos sistemas no se prevé para uso residencial, sino industrial.
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