Por: Vicente Flores
Debido a las altas concentraciones de Ozono (03) en el aire del Valle de México, se ha entrado en la fase I de Contingencia Ambiental, que es considerada una etapa en donde las actividades humanas o fenómenos naturales, pueden poner en riesgo al ecosistema.
Si bien, el ozono que respiramos forma parte de la atmósfera y sirve de escudo contra los rayos ultravioleta, sin embargo, al mezclarse con otros contaminantes o gases tóxicos como el humo de los automóviles y las fabricas generan una mala condición del aire.
De acuerdo con cifras del INEGI, del 2005 al 2013, el número de automóviles en la Ciudad de México pasó de 3.5 a 6.8 millones, es decir, se duplicó el número de coches, efecto que en décadas anteriores hubiera tardado 25 años en darse.
La capital del país, registró este lunes 203 puntos Imeca, condición que, con base en datos de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) no se tenía desde hace 14 años, es decir, el 18 de septiembre de 2002 cuando se registraron 242 puntos Imeca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define como “muy insalubre” alcanzar más de 200 puntos Imecas, ya que la gran mayoría de habitantes de una ciudad podrían ser afectados, por ende, se restringen las actividades al aire libre e incluso las personas asmáticas deben tener a la mano medicamentos de acción rápida.
Pero aún hay más… Por arriba de los 300 puntos de contaminación se encuentra la fase II de Contingencia, en esta la OMS recomienda detener todas las actividades físicas e invita a los gobiernos a tomar medidas más estrictas en la emisión de gases del transporte y vehículos particulares, del mismo modo que a las empresas.
¿Cómo afecta mi salud?
De entrada el O3 es un irritante respiratorio y ocular, por lo cual, podrías sentir los ojos resecos y una sensación incómoda en el pecho.
Como decíamos, las personas asmáticas pueden tener problemas en la Contingencia Ambienta.l debido a que el ozono hace más susceptibles a estar personas a padecer alguna alergia, ya que son agentes provocadores del asma.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental, el ozono puede inflamar y dañar las células que forran los pulmones. Al cabo de unos pocos días, las células dañadas son reemplazadas y las células viejas se desprenden de la manera en la piel se exfolia después de una quemadura de sol.
También puede causar enfermedades crónicas tales como el enfisema y la bronquitis y reducir la capacidad del sistema inmunológico para defender al sistema respiratorio de las infecciones bacterianas.
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