- El doctor Rafael Bojalil, académico de la UAM, alertó que México destina apenas 0.31% del PIB a la ciencia.
Por: Redacción/
“Los científicos tenemos el deber de intentar que los conocimientos que generamos como conjunto se reflejen en las políticas públicas, a pesar de que el financiamiento a la ciencia en el país ha disminuido”, aseguró el doctor Rafael Bojalil Parra, investigador de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En tiempos recientes “se han modificado reglamentos y leyes secundarias para favorecer que los recursos se canalicen a partir de sesgos ideológicos similares a aquellos de la Unión Soviética”, apuntó durante la mesa Discurso político, vigilancia y control. La política en la ciencia y el manejo del lenguaje dentro del ciclo Big Brother: discurso político, vigilancia y control, organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento.
“Indefectiblemente la política influye en la ciencia y viceversa, pues existen gobiernos a los que les importa muy poco invertir y otros que lo hacen en grandes cantidades, incluso hay los que rápidamente adoptan políticas públicas basadas en los saberes que genera la actividad científica y otros que la ignoran e intentan descalificarlos, hasta que la realidad los alcanza”, sentenció.
No obstante, “una política pública que pretenda ser exitosa y contribuir al bienestar de la población debe basarse en conocimientos científicos, sin importar si se trata de políticas de educación, salud, energéticas, agrarias, urbanísticas, de transporte o económicas”.
Entonces, la producción científica requiere de financiamiento y hoy el mundo gasta un promedio de 2.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación y desarrollo, otros, como Israel y Corea del Sur, cerca de cinco por ciento, mientras que México destina apenas el 0.31 por ciento, porcentaje ligeramente superior a países como Ghana, Namibia o Mauricio.
El académico del Departamento de Atención a la Salud subrayó que a nivel Latinoamérica, México ocupa el décimo lugar en inversión en investigación y desarrollo con respecto a su PIB, por debajo de Brasil, Cuba, Argentina, Ecuador, Puerto Rico, Uruguay, Costa Rica, Chile y Venezuela.
De esta manera, “otorgar fondos refleja la capacidad de un gobierno de entender el papel mismo de la ciencia, pero que sean los científicos, quienes investiguen de manera libre sobre los temas de su preferencia y no que sean impuestos”, resaltó Bojalil Parra.
El doctor Édgar Esquivel Soles, académico del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo, afirmó que si bien las grandes plataformas tecnológicas controlan toda la información –nos vigilan– algunas como Netflix registran caída en el número de usuarios, en apariencia porque el público se cansó de la agenda Woke impuesta desde este servicio de streaming y lo mismo está ocurriendo con Spotify.
En su exposición Una breve panorámica a la sociedad de la vigilancia, el investigador sentenció que “es momento de recuperar otras actividades para nuestros tiempos de ocio como la lectura, practicar juegos para empezar a construir sociedad y tejer vínculos y escapar del enjambre digital”.
La doctora Alejandra Trejo Nieto, académica del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, advirtió que a pesar que se suele decir que la ciencia debe ser neutral y la política debería mantenerse alejada, limitándose a financiarla y a establecer un espacio de independencia, “lo cierto es que la producción y el manejo del conocimiento fueron y son interdependientes de las agendas políticas de los gobiernos”.
El doctor Víctor Aramburu Cano, investigador del Centro de Estudios Estratégicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México, descartó el discurso de derecho irrestricto a las jurisdicciones de propiedad intelectual como se plantea en otros países, “porque si uno ve la historia es muy difícil contener al saber restringido cuando por su naturaleza no lo es”.
La sesión del Ciclo Big Brother: discurso político, vigilancia y control. La política en la ciencia y el manejo del lenguaje, que forma parte de Martes UAM de Humanidades, organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento, fue moderado por el licenciado Octavio Rivas López, maestrante en Estudios Urbanos por El Colegio de México.
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