- Entre las razones más visibles, para esta ausencia en las boletas electorales, están los excesivos requisitos exigidos a los participantes, lo que genera inequidad frente a los partidos políticos.
Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/
A menos de 45 días de las elecciones en el país, la participación de candidatos independientes se encuentra menguada. Unos cuantos diputados, presidentes municipales y alcaldes se encuentran dentro de la figura de candidatos sin partidos. La razón es la sobreregulación a la que están sometidos.
Entre las razones más visibles, para esta ausencia en las boletas electorales, están los excesivos requisitos exigidos a los participantes, lo que genera inequidad frente a los partidos políticos, así como las diferentes leyes electorales en cada estado pueden mermar la participación de aspirantes sin partido. Aunado a la competencia con partidos locales que responden a intereses locales muy focalizados. En estos comicios, el viejo modelo político es el que tiene preponderancia entre el electorado.
Según el estudio demoscópico “Candidaturas independientes y abstencionismo”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, siete de cada 10 ciudadanos 70% han escuchado hablar de estas candidaturas independientes y más de la mitad 62% estaría dispuesto a votar por esta figura. Pero, en la actualidad, los aspirantes no se anotaron ni bajo la señal de expolíticos.
Sin embargo, es la sobreregulación y que no existe un piso parejo entre partidos y aspirantes independientes tanto por número de seguidores como manejo de recursos frena la participación de independientes para las elecciones del 6 de junio.
Incluso, Jaime Rodríguez Calderón, ex candidato independiente en 2018, superó en votos al extinto partido Nueva Alianza y también rebasó al PRD. Esa fue una fórmula novedosa pero no contagió el ánimo de los aspirantes independientes en la actualidad.
A pesar de las presuntas trampas con las credenciales de elector —recurrente por parte de sus redes y simpatizantes— y carecer de una estructura consolidada con personal que no trabajara sólo por la experiencia de un proyecto distinto fueron parte de un desastre para la credibilidad en el que se convirtieron estos candidatos sin partido.
En esta suma de descontrol al tener candidaturas independientes fue que, al paso de las semanas de campaña electorales de 2018, se decantaron los proyectos de Zavala y de Ríos Piter. Rodríguez Calderón sobrevivió políticamente, aunque fue un efímero triunfo para la figura de los candidatos independientes. Su candidatura presidencial quedó en el testimonio de un abanderado que se apoyaba en discursos aderezados de ocurrencias y chistes de pastelazo.
Se debe revisar el marco legal en el que participan los aspirantes independientes ya que se debe dar un piso parejo frente a los candidatos tradicionales y las estructuras partidistas que cuentan con operadores políticos. Además, en este caso, la participación en contiendas locales frente a partidos estatales.
Ahora, por lo visto es que las candidaturas independientes aún no cuentan con la potencia suficiente para conquistar una gubernatura.
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