Por: Redacción 

La secretaria de la Comisión de Salud, diputada Teresa de Jesús Lizárraga Figueroa (PAN), planteó exhortar al titular de la Secretaría de Salud para que implemente campañas de información focalizadas en la población de 18 a 45 años, a fin de que se conviertan en donantes voluntarios de sangre y de repetición.

En su punto de acuerdo, señaló que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad existen sólo 62 naciones que mantienen un equilibrio entre la oferta y la demanda de sangre, mientras que 40 países siguen dependiendo de las donaciones de familiares o las remuneradas.

Lizárraga Figueroa aseguró que actualmente, en México, no se supera el 3 por ciento de la donación voluntaria y altruista, a pesar de que ésta tiene de cinco a siete veces menos riesgo de transmitir una infección por Virus de la Inmunodeficiencia Humana y virus B y C de la hepatitis.

Según el Programa de Acción Específica “Seguridad de la Sangre y de las Células Troncales”, durante el periodo 2006-2012 se mantuvo el mínimo requerido por la OMS que es de 100 donadores por cada diez mil habitantes, ya que la tasa fue de entre 124 y 135 donaciones.

El 97.3 por ciento de las donaciones fue mediante el esquema de reposición o familiar; sin embargo, éste conlleva mayores riesgos en la seguridad sanguínea, mencionó.

La diputada del PAN relató que una de las tareas más difíciles para incrementar los índices de donantes es la de concientizar a la población sobre la importancia de hacerlo de forma voluntaria, pues según la OMS, en la mayoría de los países mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda de sangre; ha sido complicado para alcanzar un resultado positivo se requiere un incremento sustancial en las donaciones voluntarias no remuneradas.

Puntualizó que datos emitidos por 111 países, y dados a conocer por la OMS, son reveladores, pues la edad y el sexo de los donadores, según su nación, son variable y puede servir para tomar decisiones y realizar programas de sensibilización al respecto.

Los jóvenes de 18 a 25 años, en los países de renta media y baja, inciden en un 41 por ciento en la donación de sangre, y los de 25 a 44 años ocupan un segundo lugar, con una incidencia del 37 por ciento, por lo que es necesario fortalecer la promoción y el compromiso de donadores voluntarios, para aumentar en una primera instancia los índices y mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda de sangre.

La diputada Teresa de Jesús Lizárraga se manifestó por emprender campañas para sensibilizar a la población en la donación voluntaria, pues se desconoce la necesidad de requerimientos de sangre y no se visualiza la importancia de participar en esta labor, como parte de una responsabilidad social.

Subrayó que se carece de una política pública encaminada al incremento de donadores voluntarios, en la que se resalte la necesidad que tienen los bancos de sangre de contar con reservas para un evento catastrófico y donde se enuncien los beneficios de ser donador constante.

De igual modo, se pronunció por crear mecanismos que faciliten la donación altruista y donde la población se vea beneficiada, al obtener el resultado de sus análisis por medios electrónicos y conocer así el estado que guarda su salud.