Por: Redacción/
La diputada María García Pérez (PAN) impulsa una iniciativa que reforma la Ley del Servicio Militar, a fin de eliminar el sorteo con el que se elige a quienes deben marchar y a quienes no lo harán, a fin de que cumplan esa obligación todos los mexicanos que tengan 18 años de edad y reciban capacitación en materia de rescate y apoyo a la población civil en caso de desastres naturales.
La propuesta, que modifica los artículos 12, 18, 40, 42 y 46 de la norma, precisa que los sorteos quedarán eliminados, para que –como lo establece la ley- todos los mexicanos por nacimiento o naturalización cumplan con el servicio de las armas, el cual prestarán en el Ejército o en la Armada como soldados, clases u oficiales, de acuerdo con sus capacidades y aptitudes.
Señala que el secretario de la Defensa Nacional podrá llamar a una o varias clases de reservistas, en su totalidad o en parte, para ejercicios de adiestramiento, capacitación y actualización en materia de rescate; para maniobras en apoyo de la población civil en casos de desastres naturales, o simplemente con el propósito de comprobar la presencia de esos reservistas.
La finalidad, explica el texto, es que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuente con personal autorizado y adiestrado para actuar en casos de desastres naturales, como los que ocurrieron recientemente a consecuencia de diferentes sismos en la República Mexicana, “en donde la población civil intentó ayudar, pero no se le dio la oportunidad ya que no contaba con conocimientos o experiencias en rescate”.
“Muchos integrantes de esa población civil son reservas activas o jóvenes que están inscritos al Servicio Militar Nacional”, precisa la iniciativa de la diputada García Pérez.
Destaca que actualmente, de la totalidad que participa con su presencia en el Servicio Militar en algunos de los centros de adiestramiento programados por la Secretaría de la Defensa Nacional, que pueden ser desde bases castrenses hasta planteles educativos, según el tipo de servicio social que presten, apenas el 50% de los jóvenes termina el proceso y libera su cartilla. El resto, señala, deserta ante las cargas de trabajo que se les llegan a imponer durante el tiempo en que marchan.
“El servicio militar tiene una función muy importante, no se trata solamente de ir a pararse y hacer ejercicios, sino el trabajo social que tiene gran relevancia; desde luego, la disminución de conscriptos impacta en los programas, por ejemplo, de educación para adultos o en las campañas de apoyo social a comunidades marginadas”, subraya la propuesta.
El espíritu de la iniciativa es que el Servicio Militar elimine el “clásico” sorteo de bola negra o blanca, en el que se decide si el reservista tendrá que asistir a cumplir con actividades, o bien, sólo realizar el trámite correspondiente sin tener que acudir a efectuar alguna labor militar.
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