Por: Redacción
La secretaria de la Comisión de Ganadería, diputada Evelyng Soraya Flores Carranza (PVEM), propuso exhortar a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a fortalecer la industria de productos porcinos por medio de políticas públicas adecuadas y así enfrentar los retos derivados de la competencia internacional en el sector.
En un punto de acuerdo que presentó en la Permanente y que analizará la Tercera Comisión, también planteó robustecer los mecanismos para la inspección y verificación de las importaciones de carne, de acuerdo con la NOM-030-ZOO-1995.
Mencionó que los principales problemas del sector porcícola son los sanitarios, época de producción, falta de mayor valor agregado, desarticulación de diferentes acotes de la red, baja rentabilidad y aumento de los costos productivos.
Tales dificultades, aseguró, son cada vez mayores debido a la regulación nacional e internacional para los productores de cárnicos. Con la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), relató, se han ido incorporando normas que han afectado de manera directa la producción para el consumo nacional.
Flores Carranza recordó que este tratado eliminó los aranceles y permitió la importación de un cupo mínimo que en 1994 fue de casi 400 mil cabezas. Además, el acuerdo asumía que esto aumentaría 3 por ciento anualmente y se acordó que se erradicarían los aranceles para la carne procesada de manera paulatina en 10 años.
“Al respecto el clima actual es de incertidumbre por la búsqueda de renegociación del TLCAN”, señaló.
Subrayó que con el fin de hacer frente a los mercados, los porcicultores mexicanos han generado estrategias de integración productiva para implementar proyectos de inversión. El modelo de modernización ha logrado elevar los estándares de sanidad así como la reproducción de los cerdos para adaptarse a la situación del mercado nacional e internacional, explicó.
La producción porcícola, expuso, representa el 20.1 por ciento de la industria cárnica del país, equivalente a 40 mil millones de pesos y más de dos millones de empleos directos e indirectos. El consumo per cápita de carne de cerdo en 2016 fue de 18.6 kilogramos (kg), cifra que superó el consumo per cápita de carne de bovino, el cual fue de 15.5 kg. El 2.7 por ciento del gasto destinado a alimentos y bebidas dentro del hogar es para la compra de carne de cerdo, precisó.
La diputada añadió que la NOM-030-ZOO-1995 advierte los procedimientos para la verificación de carne, canales, vísceras y despojos de importación en los puntos de verificación zoosanitaria, ya que su intención es preservar la salud de los animales y evitar el ingreso de plagas y enfermedades que afecten la ganadería nacional.
“Si no se verifica su procedencia y calidad zoosanitaria, hay un gran potencial de que se afecte la salud animal y pública. Por ello, en México sólo se debe permitir la importación de carne, canales, vísceras y despojos procedentes de plantas que cumplan con los requisitos que se exigen en las plantas de producción nacionales”, añadió.
Resaltó que el permitir que los estándares de calidad, higiene y sanidad de los productos cárnicos importados no sean revisados, implica poner en riesgo la salud de los animales nacionales, así como de la población en general.
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