Por: Redacción

Pintar una manzana es imponer a la imaginación ese difícil nombre del recuerdo o convocar un caudal de perfumes, texturas y colores que llegan desde múltiples jardines trazados por mitos creados por los seres humanos, expresó Martha Chapa en el homenaje que le rindió la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) por sus 70 años de vida y 50 de trayectoria artística.

La artista plástica originaria de Monterrey, Nuevo León, mostró su agradecimiento a la Casa abierta al tiempo por “este reconocimiento que me hace pensar que mi trabajo, hecho con pasión, amor, verdad y entrega y con toda mi capacidad ha cosechado frutos, y de ellos, el más delicioso del paraíso es el de la amistad”.

Chapa agradeció el apoyo del “amigo rector, como llamó al doctor Salvador Vega y León, rector general de la UAM, quien “ha dado muestras de su capacidad académica que ha aportado en su gestión, así como de universalidad y talento. Gracias por invitarme a montar una exposición en un espacio tan bello como es la Galería Manuel Felguérez y por este reconocimiento”.

Cumplir 50 años de pintar paraísos con, desde y para el corazón de ustedes es algo muy entrañable. “Me he empeñado en dejar constancia de la pasión por mi trabajo y me siento muy dichosa, pero también muy comprometida, porque cada reconocimiento me va involucrando más y más”.

En su mensaje a amigos, familiares y a la comunidad de esta Institución, reunidos en el Centro de Difusión Cultural Casa Rafael Galván, Chapa refirió que pintar manzanas representa para ella recuperar súbitamente el verde paraíso pletórico de bestias inocentes, que bajan a beber el agua mansa del amor. “Desde la biblia, desde la anciana voz de las mujeres de mi tierra regia, imagino al paraíso como un lugar de rosas que inunda a una pareja que cumple su unión inaugural”.

De manzana en manzana “he dejado múltiples testimonios de mi empeño y he descubierto que en su breve redondez puede concebirse la vida misma; un sinfín de vidas, un infinito, un renacimiento en cada una de ellas”, agregó.

Chapa dijo estar consciente “de mi enorme responsabilidad, pues en más de cinco décadas expongo los afanes plásticos que encienden mi vida. He recorrido el mundo en una travesía fascinante, difícil a veces, pero que siempre produce y me reproduce un reto mágico: celebro con ustedes y de la mejor manera esta fecha en paz y satisfecha”.

El doctor Vega y León señaló que la UAM no podía quedarse atrás en cuanto a la serie de homenajes que se realiza a la artista plástica por el 70 aniversario de su nacimiento y 50 años de labor creativa.

Trazos del corazón refleja la fuerza generosa de una obra que en su amplitud y en su detalle evoca, conmueve e ilumina, al poseer una retrospección notable hacia una naturaleza original, a un pasado donde ella se nutrió de imágenes cuya belleza permanecen no sólo en su memoria, sino en su magia.

Hoy mismo en varios de sus cuadros, una fuerza tomada de la más antigua naturaleza, en la que las formas representan frutos, animales rostros o formas sugeridas, expresa su poderío con propia magia, donde ella es la autora del encantamiento.

El poeta y promotor cultural Alejandro Ordorica Saavedra expresó su convicción de rendir tributo a Chapa en dos dimensiones, “como mujer y como artista plástica”; en el primer caso, porque “soy testigo fiel de que se trata de un ser humano de excepción por su lucidez, generosidad y compromiso”.

Me constan esas dotes que lo mismo se transforman en talento creador, que en responsabilidad amorosa hacia su familia, o en luchadora social en favor de las mejores causas de las mujeres y solidaria siempre con los grupos marginados.

El segundo tributo se refiere a la pintora regia “en todos los sentidos”, por sus invaluables contribuciones a la plástica mexicana contemporánea de México, expuso.

El doctor Leoncio Lara Sáenz, ex abogado general de la UAM y ex defensor de los derechos universitarios de la UNAM, refirió que Martha Chapa no es una sola, es muchas mujeres, una persona que enfrenta la vida a través de diferentes acercamientos: es la pintora, escultora y orgullo de la plástica mexicana moderna, la que se formó en La Esmeralda, la del cuarteto inolvidable que integra con ella Frida Kahlo, María Izquierdo y Cordelia Urueta.

Además de la periodista y escritora, luchadora social, la madre ejemplar y “aquella que ha dado la batalla no sólo por la igualdad legal de la mujer, sino de todos los derechos humanos de su propio género.

En el homenaje estuvieron también presentes la escritora Beatriz Espejo y el maestro Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura de la UAM.

Una parte de Trazos de corazón. 70 años de vida y 50 de pintar paraísos, inaugurada en la Galería Manuel Felguérez el 17 de mayo, se exhibirá hasta el viernes 30 de junio en la Galería de la Casa Rafael Galván de la UAM.