Por: Redacción/
La diputada María Geraldine Ponce Méndez (Morena), secretaria de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, afirmó que es necesario asignar presupuesto a la prevención del suicidio e impulsar la creación de una ley en la materia, pues ésta es la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años de edad.
En el Foro “Conmemorativo en Prevención del Suicidio y Promoción de la Salud Mental”, añadió que la salud mental y el suicidio son temas que deben formar parte de la agenda pública del ramo, y se pronunció por impulsar acciones desde el Legislativo para destinar más recursos.
Se estima que en el mundo mueren más de un millón de personas por suicidio y por cada adulto que terminó con su vida, otras veinte personas lo intentaron. “De ahí la necesidad de tratarlo como un problema central y que, como nación, comunidades, legisladores, maestros, médicos, luchemos contra su estigmatización”.
Consideró que es un grave problema de salud pública mundial, “debido a que es un tema tabú, algo de lo que se habla muy poco”. Los avances tecnológicos podrían contribuir a evitar muchos de esos decesos, “el problema es que los comportamientos suicidas son estigmatizados por la sociedad y segregados por los sistemas de salud”.
Por ello, concluyó Ponce Méndez, para una prevención eficaz se requiere la colaboración entre registros civiles, instituciones de salud pública, a fin de tener una mejor calidad de datos, incidencias y encuestas sobre el suicidio.
Rodolfo Moreno Ramírez, creador de la Estrategia Estatal de Prevención del Suicidio en Nayarit, destacó la importancia de impulsar leyes específicas de salud mental para fortalecer la prevención del suicidio y aumentar la asignación presupuestal para enfrentar con más capacidad este problema cuya tasa en 2016, fue de 5.2 suicidios por cada 100 mil habitantes, y para 2017 el promedio aumentó a 8.2.
En el mundo, hay entre 800 mil y un millón de suicidios al año, lo que representa que cada 40 segundos se registra uno.
Entre los principales retos en esta materia son: dar atención a los familiares de víctimas, a los supervivientes del suicidio con acciones que ayuden a conducir de manera más favorable el daño que genera, así como los estigmas y prejuicios que generalmente hay entorno a un acontecimiento como éste, que afecta no sólo a la familia inmediata, sino también a otros familiares, amigos, profesores, compañeros de trabajo, vecinos.
También, protocolos en instituciones de salud para detectar, atender, intervenir y prevenir la conducta suicida, porque 80 por ciento de las personas que realizaron el acto acudió al sistema de salud por algún otro problema y no se identificó el riesgo en que se encontraba.
Se requiere, advirtió, una estrategia para sensibilizar a la sociedad; fortalecer la capacitación del personal de Salud Mental especializado y no-especializado en escuelas, instituciones y empresas; impulsar la colaboración interinstitucional, mejorar la vigilancia y la investigación; la evaluación y manejo del comportamiento suicida e implantar modelos que ayuden a intervenir de manera eficaz en la conducta suicida para disminuir ciertos factores de riesgo.
Cándido Silva Peña, profesor de la Universidad Autónoma de Nayarit, dijo que se requiere una estrategia nacional para combatir el suicidio, y lograr las mejores herramientas para afrontarlo de manera efectiva y reducirlo.
“No se puede atender desde una explicación superficial, no podemos intentar prevenirlo con buenas intenciones; hay que tener datos epidemiológicos y aumentar la investigación; redirigir la atención a los grupos vulnerables; impulsar la formación en el tema y hacer estudios para abordar este problema”.
Se pronunció por impulsar una estrategia de trabajo nacional integral, para prevenirlo, compuesta por políticas públicas adecuadas, que contemple esfuerzos coordinados que incluyan diferentes instituciones, colectivos, a la sociedad civil, profesionales de diferentes áreas, especialistas en prevención, tratamiento, intervención y posvención.
La diputada Claudia Cruz Dionisio, presidenta de la Comisión Ordinaria de Salud y Seguridad Social, del Congreso de Nayarit, afirmó que es necesario legislar en este rubro, debido a la alta incidencia de los padecimientos mentales en los ámbitos nacional y local.
Al hacer uso de la palabra, la escritora Sofía Aragón Torres, destacó que las cifras de suicidio son alarmantes, pues si cada 40 segundos muere voluntariamente una persona, es necesario hacer algo.
Expresó que la depresión es una enfermedad que puede llevar al suicidio y que de 20 personas que lo intentan, una lo logra; es el cuarto lugar en enfermedades que requieren atención pública y provoca más de 50 por ciento del ausentismo laboral; es decir. que más personas al trabajo por depresión que por cáncer, diabetes o cualquier otra enfermedad.
Señaló que, en la mayoría de los casos, las personas no lo saben, no identifican sus síntomas, por lo que es necesario fortalecer la atención de la salud mental y emocional.
No Comment