Por: Redacción/

La diputada María Luisa Beltrán Reyes (PRD), secretaria de la Comisión de Protección Civil, propone exhortar a las autoridades en la materia a verificar la existencia de topes irregulares en las zonas metropolitanas, y evaluar la pertinencia de colocar reductores de velocidad o semáforos en las carreteras libres, donde el aforo vehicular es elevado y representa un riesgo para la población aledaña.

A través de un punto de acuerdo, turnado a la Tercera Comisión de la Permanente para su análisis, la legisladora hace un llamado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que, en coordinación con Caminos y Puentes Federales, así como con los gobiernos municipales, lleven a cabo dichas acciones.

Argumenta que los accidentes de tránsito se han convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. “No sólo se trata de incidentes entre automóviles, sino de que los peatones son víctimas, ya sea con alguna lesión e incluso la muerte”. Sin embargo, en México, en los últimos años, la seguridad vial se ha enfocado en proteger y educar a los automovilistas, dejando de lado al peatón, señala.

Beltrán Reyes refiere que datos del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo señalan que el 70 por ciento de los siniestros viales en las ciudades ocurren en intersecciones, por lo que el diseño urbano debe considerar los elementos necesarios en los cruces, con el fin de brindar mayor seguridad, movilidad y accesibilidad a los usuarios de la vía pública.

Comenta que de acuerdo con datos de la Fundación Carlos Slim, en México cerca de 17 mil personas mueren al año por accidentes de tránsito; aproximadamente 12 mil fallecen en el interior de un vehículo como consecuencia del percance; una tercera parte de las muertes corresponde a niños y jóvenes de entre 5 y 35 años y son hombres el 78 por ciento de las víctimas fatales en los incidentes.

Sostiene que muchas carreteras que forman parte de las vías generales de comunicación carecen de reductores de velocidad, en cualquiera de sus tipos, ni señalamientos viales que permitan su cruce sin representar un peligro a la población aledaña y a los conductores.

Reconoce que si bien, como lo menciona un estudio de la UNAM, los topes en las zonas metropolitanas provocan que los vehículos emitan 10 veces más emisiones contaminantes de Dióxido de Carbono (C02) al año, también es cierto que la falta de este tipo de reductor de velocidad, o de un cruce alterno, ocasiona gran cantidad de accidentes.

Refiere que en México la cantidad de topes no está contabilizada y la mayoría, en diversas zonas metropolitanas, es irregular. Los habitantes consideran que de no existir este tipo de reductor de velocidad, los automovilistas pasarían por su localidad a exceso de velocidad, poniendo en riesgo su vida.

Tan sólo en la zona metropolitana de Guadalajara, según la Secretaría de Movilidad de Jalisco, sólo uno de cada 29 topes cuenta con el permiso correspondiente, por lo que únicamente mil 859 de 55 mil son regulares. En Morelos, existen cerca de 200 topes sin permiso y en Tabasco casi 90 por ciento son ilegales, ejemplificó.

Beltrán Reyes puntualiza que la seguridad vial es fundamental para lograr que más personas transiten por las calles, especialmente los usuarios más vulnerables como los niños, jóvenes y ancianos; por ello, remarcó, es necesario garantizar su tránsito.