Por: Redacción/

En los rastros mexicanos lo que prevalece son métodos que provocan a los animales un enorme dolor, sufrimiento y larga agonía. En el proceso de sacrificarlos hay ausencia de capacitación, recursos y herramientas que garanticen menor violencia.

Lo anterior, se señala en un punto de acuerdo de la senadora Indira de Jesús Rosales San Román, del PAN, donde refiere que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México ocupa el tercer lugar mundial en crueldad hacia los animales.

En el texto de la senadora, se denuncia que en esos lugares se emplea un mazo de 20 kilos para golpear al animal hasta que deja de moverse. Además, existen videos de investigaciones realizadas por organizaciones internacionales que demuestran el abuso que sufren los animales durante el trayecto hacia el rastro y posteriormente en su matanza.

Asimismo, indica que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales identifica los principales tipos de maltrato: crueldad en el sacrificio de animales para consumo humano, hacinamiento y mala alimentación.

La legisladora menciona también que la regulación vigente prohíbe que los animales sean sacrificados “por envenenamiento, drogas curariformes, paralizantes musculares, asfixia, inmersión en agua, golpes o cualquier otro procedimiento que les cause sufrimiento, dolor, ansiedad o que prolongue su agonía”.

No obstante, advierte, no se cuenta con los recursos suficientes ni los métodos adecuados para que el personal que ahí labora pueda garantizar una menor violencia en el proceso de matanza.

Expone que únicamente se cuenta con los Manuales de Apoyo de los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación, emitidos por el Servicio Nacional de Inocuidad, Sanidad y Calidad Agroalimentaria para distintos productos de origen animal.

Aunado a ello, agrega, resulta inquietante que siga vigente la norma NOM-051-ZOO-1995, respecto del trato humanitario en la movilización de animales. A 24 años de distancia de su publicación, reclama, es necesaria su actualización.

Considera que la actualización de dicha norma debe tomar en cuenta que, a nivel internacional, las nuevas disposiciones incluyen componentes como especie de los animales y características de los vehículos para su traslado. Incluso se contemplan conocimientos especiales de los conductores con relación al manejo de los animales transportados.

En el texto, Rosales San Román expresa su preocupación debido a que las autoridades federales “no parecen vigilar con el rigor necesario lo que sucede con los animales que están alimentando a la población. Lo peor, y lo que nos resistimos a pensar, es que posibles actos de corrupción estén frenando o posponiendo la aplicación de la Ley”.

Además, no se ha llevado a cabo el ejercicio de normalización sobre el proceso de crianza de los animales destinados al consumo humano. Algo indispensable, tanto para el bienestar animal, como para la salud pública y el cuidado al medio ambiente.

Es por ello que la senadora de Acción Nacional propone solicitar a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que inicie lo antes posible el proceso de actualización de la NOM-051-Z00-1995 sobre el trato humanitario en la movilización de los animales.

También, para exhortar a las autoridades facultadas a regular las actividades de crianza de los animales destinados al consumo humano, que lleven a cabo la vigilancia de los rastros del país y sancione o clausure a los que no cumplan con la normatividad aplicable.

De la misma manera, para que informe sobre los rastros considerados como clandestinos que existen en el país y detalle el número de establecimientos que existen en cada estado, así como los que hayan sido clausurados de enero de 2018 a la fecha.

El punto de acuerdo fue enviado a la Tercera Comisión para su análisis y dictamen correspondiente.