Por. Redacción/
El día de ayer, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al H. Congreso de la Unión los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública correspondientes al segundo trimestre de 2018, en cumplimiento a lo establecido en el Artículo 107 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), los cuales también se han puesto a disposición del público a través de la página de Internet de la dependencia.
Situación económica
La economía global continuó creciendo durante el segundo trimestre de 2018. No obstante, el ritmo de expansión en algunas economías se ha moderado y se ha deteriorado el balance de riesgos para el crecimiento mundial. Entre los riesgos destacan la posibilidad de un proceso de normalización más acelerado de la política monetaria en Estados Unidos y la intensificación en la implementación de barreras al comercio mundial.
Entre las economías avanzadas, la economía de los Estados Unidos mostró una aceleración en el ritmo de crecimiento del PIB y de la producción industrial durante el segundo trimestre de 2018. En este contexto, y considerando el buen desempeño del mercado laboral y el repunte de la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos continuó con el proceso de normalización de su política monetaria y elevó su tasa de referencia en su última reunión para ubicarla en el rango de entre 1.75 y 2.0 por ciento, además de que ahora anticipa un ritmo más acelerado de alzas para lo que resta del año. En la zona del euro, los indicadores económicos recientes sugieren que la actividad económica continúa creciendo, aunque el ritmo de expansión en el periodo abril-junio fue menor que el registrado en trimestres previos. Asimismo, el crecimiento en algunas de las principales economías emergentes ha estado por debajo de lo previsto.
La actividad económica de México mantuvo su crecimiento a finales de 2017 y principios de 2018. El PIB del primer trimestre de 2018 registró un crecimiento desestacionalizado de 1.1 por ciento respecto al trimestre previo (1.3 por ciento anual con cifras sin ajuste estacional y 2.3 por ciento anual con cifras con ajuste estacional), luego de haberse expandido 0.9 por ciento en el trimestre anterior. El crecimiento económico del primer trimestre es el mayor registrado desde el tercer trimestre de 2016. Este dinamismo se vio favorecido, en parte, por los esfuerzos de reconstrucción en las zonas afectadas por los sismos de septiembre de 2017. No obstante, los datos disponibles de la actividad productiva del segundo trimestre muestran señales de cierta moderación de la actividad productiva respecto del elevado dinamismo observado al inicio del año. Durante el segundo trimestre de 2018, la demanda externa siguió expandiéndose al tiempo que el consumo continuó presentando una tendencia creciente. Por su parte, la inversión registró una desaceleración, luego de la incipiente reactivación que había presentado desde finales de 2017. Durante el periodo abril-junio, las condiciones en el mercado laboral continuaron fortaleciéndose de modo que la tasa de desocupación se ubica en niveles históricamente bajos.
Al cierre del segundo trimestre, la inflación general anual se ubicó en 4.65 por ciento (2.12 puntos porcentuales por debajo del cierre de 2017 y 0.39 puntos porcentuales menor que la registrada al cierre del trimestre anterior). Asimismo, la inflación subyacente continuó disminuyendo en el segundo trimestre de 2018. La moneda nacional se depreció 9.5 por ciento con respecto al dólar estadounidense entre el cierre del primer trimestre y el cierre del segundo trimestre. A lo largo del trimestre el tipo de cambio mostró volatilidad, reflejo de la dinámica del dólar estadounidense en el mercado cambiario global, la incertidumbre respecto a la imposición de barreras comerciales a nivel mundial y la renegociación del TLCAN, y el proceso electoral en el país.
Al cierre del segundo trimestre de 2018, en el mercado de bonos gubernamentales de México se observó un incremento en las tasas de interés a lo largo de la curva de rendimientos respecto al cierre del trimestre anterior, siguiendo el proceso de alzas en las tasas de referencia por parte del Banco de México y de la Reserva Federal de Estados Unidos. Las tasas de corto plazo registraron el mayor crecimiento, generando un aplanamiento de la curva de rendimientos.
Finanzas Públicas
Durante el primer semestre de 2018, los principales balances de finanzas públicas fueron mejores que lo programado, lo cual se explica por mayores ingresos respecto a los previstos originalmente. En enero-junio de 2018, el balance público presentó un déficit de 206 mil 731 millones de pesos, por debajo del déficit programado de 333 mil 740 millones de pesos.[1] En el mismo periodo, el balance primario presentó un superávit de 121 mil 52 millones de pesos, monto mayor al previsto en el programa de 7 mil 640 millones de pesos.
En el primer semestre del año, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del balance del Sector Público Federal, registraron un déficit de 230 mil 478 millones de pesos, en línea con la meta de un déficit de 2.5 por ciento del PIB para 2018.
Los ingresos presupuestarios del Sector Público durante enero-junio fueron superiores al programa en 199 mil 503 millones de pesos. A su interior, destaca que los ingresos tributarios y los petroleros fueron mayores a lo aprobado en 92 mil 232 millones y 67 mil 300 millones de pesos, respectivamente. Con respecto al mismo periodo de 2017, los ingresos petroleros y los tributarios sin IEPS de combustibles aumentaron 8.7 y 3.4 por ciento real anual, respectivamente.
Las aportaciones a los fondos de estabilización en febrero de 2018 con cargo a ingresos excedentes de 2017[2], las mayores participaciones a entidades federativas con base en la evolución de la recaudación, el mayor costo de operación asociado a la generación de electricidad por mayores precios internacionales de los combustibles y otros gastos asociados a ingresos excedentes del Gobierno Federal resultaron en un gasto neto pagado superior al programa en 155 mil 597 millones de pesos. Esto también se reflejó en un crecimiento real del gasto neto pagado con respecto al mismo periodo de 2017 de 4.9 por ciento. A su vez, el gasto no programable se expandió 11.2 por ciento real y el programable en 2.5 por ciento real en comparación con el mismo periodo del año anterior.
De manera congruente con el Paquete Económico 2018, en el presente año los RFSP alcanzarán un déficit de 2.5 por ciento del PIB, mientras que el balance primario se ubicará en 0.8 por ciento del PIB. Con estos resultados se estima que el Saldo Histórico de los RFSP (SHRFSP) disminuya a 45.5 por ciento del PIB, respecto al registrado de 46.0 por ciento del PIB al cierre de 2017.
Finalmente, el saldo de los fondos de estabilización al cierre de junio de 2018 se ubicó en 346 mil 892 millones de pesos, monto superior en 38 mil 815 millones de pesos con respecto al cierre de 2017.
Deuda Pública
La política de deuda pública tiene como objetivo cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal al menor costo posible, considerando un horizonte de largo plazo y un bajo nivel de riesgo de refinanciamiento y de tasas de interés. En línea con lo anterior, la política de deuda se ha orientado al fortalecimiento del portafolio de pasivos del Gobierno Federal buscando reducir la probabilidad de que choques externos con repercusiones en las variables financieras afecten el servicio de la deuda y por consiguiente la fortaleza de las finanzas públicas. En este sentido, la estructura de la deuda pública ha sido uno de los elementos que han coadyuvado a transitar de manera ordenada los periodos de volatilidad en los mercados financieros tanto nacionales como internacionales.
Durante el segundo trimestre del año, las acciones de la política de deuda se han dirigido a seguir disminuyendo los riesgos del portafolio de deuda y mejorar las condiciones de acceso del Gobierno Federal al financiamiento.
En el ámbito del manejo de la deuda interna, el 18 de abril el Gobierno Federal realizó la colocación sindicada de un Bono a Tasa Fija a 3 años en los mercados locales de deuda por un monto de 25 mil millones de pesos. El nuevo Bono con vencimiento en diciembre de 2021 otorgará una tasa de rendimiento de 7.22 por ciento y pagará una tasa cupón de 7.25 por ciento.
Por otra parte, con el fin de mejorar el perfil de vencimientos de la deuda, así como aumentar su plazo de vencimiento, el 12 de julio se realizó una operación de permuta de Bonos M y Udibonos en el mercado interno[3]. En dicha operación se recibieron Bonos M con vencimientos entre 2018 y 2021 y Udibonos con vencimientos en 2019 y 2020, y se entregaron Bonos M con vencimientos en 2021, 2023, 2027, 2029, 2031, 2034, 2038 y 2047, así como Udibonos con vencimientos en 2022, 2025, 2028, 2035, 2040 y 2046. En total, se asignaron 177 mil 842 millones de pesos, disminuyendo las amortizaciones para 2018 en 51 mil 211 millones de pesos, 2019 en 27 mil 510 millones de pesos, 2020 en 73 mil 670 millones de pesos y 2021 en 25 mil 450 millones de pesos.
En materia de deuda externa y en línea con lo establecido en el Plan Anual de Financiamiento (PAF) 2018 se han realizado colocaciones de deuda en los mercados financieros internacionales encaminadas a mejorar el perfil de vencimientos y fomentar la liquidez de los bonos de referencia del Gobierno Federal, buscando ampliar y diversificar la base de inversionistas así como mejorar los términos y condiciones de la deuda externa de mercado. Al respecto el pasado 12 de abril, el Gobierno Federal realizó una colocación en el mercado japonés por un monto total de 135 mil millones de yenes (equivalente a aproximadamente 1 mil 260 millones de dólares), a través de la emisión de bonos de 5, 7, 10 y 20 años, en donde destaca, que los costos de financiamiento obtenidos representaron mínimos históricos para emisiones del Gobierno Federal en plazos similares en cualquier mercado.
Al cierre del segundo trimestre de 2018, el saldo de la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 7 billones 910 mil 766.1 millones de pesos. La estructura del portafolio actual de la deuda del Gobierno Federal mantiene la mayor parte de sus pasivos denominados en moneda nacional, representando al 30 de junio de 2018 el 75.9 por ciento del saldo de la deuda neta del Gobierno Federal.
El saldo de la deuda interna neta del Gobierno Federal al cierre del segundo trimestre de 2018 ascendió a 6 billones 6 mil 234.6 millones de pesos. Por su parte, el saldo de la deuda externa neta del Gobierno Federal ascendió a 94 mil 964 millones de dólares.
En lo que se refiere a la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la deuda neta del Gobierno Federal, de las Empresas Productivas del Estado y de la Banca de Desarrollo, al cierre del segundo trimestre de 2018 se ubicó en 10 billones 578 mil 140.7 millones de pesos.
La deuda interna neta del Sector Público Federal se situó en 6 billones 606 mil 39.4 millones de pesos. Por su parte, el monto de la deuda externa neta del Sector Público Federal ascendió a 198 mil 57.4 millones de dólares.
Al cierre del segundo trimestre de 2018, el SHRFSP, indicador que incluye las obligaciones del Sector Público en su versión más amplia, ascendió a 10 billones 427 mil 506.1 millones de pesos. El componente interno se ubicó en 6 billones 541 mil 968.1 millones de pesos. Por su parte, el componente externo ascendió a 3 billones 885 mil 538 millones de pesos.
[1] Los balances, ingresos y gasto del programa corresponden a la Ley de Ingresos y el Presupuesto de la Federación aprobados por el Congreso de Unión, así como al Acuerdo por el que se da a conocer el calendario mensual del pronóstico de los ingresos contenidos en el artículo 1º de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2018 y con base en la metodología utilizada para realizar dicho pronóstico, publicado el 7 de diciembre de 2017 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y a los Calendarios del Presupuesto Autorizados para el Ejercicio Fiscal 2018, publicados el 13 de diciembre de 2017 en el DOF.
[2] Con base en el marco normativo, se realizaron aportaciones a los Fondos de Estabilización por ingresos excedentes de 2017 por un total de 111.4 mmp, de los cuales con información disponible se anticiparon 83.4 mmp en 2017 y con información actualizada se realizaron aportaciones netas por 28.0 mmp adicionales en febrero de 2018 (aportaciones por 37.3 mmp al FEIP, al FEIEF y al FIES que se registraron como Adefas en 2018 y un entero del FMP a la Tesorería de la Federación de 9.3 mmp).
[3] Si bien esta operación se encuentra fuera del periodo que se reporta en este informe, se considera relevante detallarla para mantener una comunicación constante acerca del manejo de la deuda pública.
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