Por: Redacción/
La Procuraduría General de la República (PGR) en Sinaloa incineró más de seis toneladas de precursores, así como poco más de 26 mil litros de sustancias químicas para la elaboración de drogas sintéticas, asegurados en operativos realizados por instituciones de seguridad de los tres niveles de gobierno.
Se destruyeron 84 kilos 998 gramos de azoisobutironitrilo, 39 kilos 998 gramos de acetato de plomo, mil 72 kilos 796 gramos 200 miligramos de ácido tartárico, 649 kilos 998 gramos de azufre, 49 kilos 998 gramos de carbón elemental y 174 kilos 999 gramos seis miligramos de carbonato de sodio.
También se incineraron dos mil 503 kilos 549 gramos cinco miligramos de cloruro de amonio, tres kilos 999 gramos ocho miligramos de cloruro de mercurio, 220 kilos de cloruro de metilamina y mil 573 kilos 495 gramos cuatro miligramos de hidróxido de sodio.
Además, se eliminaron 169 litros 980 mililitros de 1 fenil 2 propanona, mil 929 litros 940 mililitros de acetona, mil 299 litros 950 mililitros de ácido clorhídrico, 279 litros 965 mililitros de ácido fenilacetico, 404 litros 980 mililitros de ácido sulfúrico, 334 litros 970 mililitros de alcohol etílico, nueve litros 990 mililitros de alcohol metálico, nueve litros 990 mililitros de benzaldehído y 219 litros 970 mililitros de cloruro de bencilo.
También, se destruyeron tres mil 195 litros contiene cloruro de metilamina, 430 litros contiene dimetilamina, 630 litros de dimetilamina, dos mil 294 litros 990 mililitros de formaldehido, 739 litros 970 mililitros de metanol, 199 litros 990 mililitros de metil tiogliocolato, 169 litros 990 mililitos de metilamina, 339 litros 990 mililitros de monómero de estireno, 84 litros 890 mililitros de monometilamina, ocho mil 809 litros 860 mililitros de sustancia negativa y cuatro mil 519 litros 850 mililitros de tolueno.
La destrucción se llevó a cabo en una empresa especializada y autorizada para tal fin, previa práctica de las diligencias realizadas por el Ministerio Público de la Federación, con la asistencia de elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), entre peritos especializados en química forense y policías federales ministeriales, con la supervisión del Órgano Interno de Control.
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