Por: Roberto Barco Celis/
No eran más de 100 los trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), que protestaron a las afueras del hospital, por la falta de equipos de protección personal adecuados para realizar su trabajo con pacientes de COVID-19.
Aunque la cantidad enfermeros y médicos no era muy grande, gritaban tan fuerte que su protesta se escuchó en el Gobierno Federal, pedían que los atendiera el Sub Secretario de Salud Hugo López-Gatell, sin embargo personal operador de Gobernación los invito a que platicaran en una mesa de diálogo.
“No queremos reconocimientos, queremos mascarillas N95 nuevas”, era una de las peticiones que el personal de salud más solicitaba.
Cerraron Calzada de Tlalpan y buscaban ir por el Periférico, pero una comisión de médico, después de una votación generalizada entre los manifestantes, acepto la invitación de Gobernación, esperando una respuesta positiva que les diera certeza de que contaran con los insumos, de los que tanto ha hablado el Gobierno Federal en los puentes México-China.
Los médicos y enfermeras, luchan por algo que les parece justo, equipo nuevo, de buena calidad y suficiente para seguir con la guerra que el presidente les a encomendado, combatir al COVID-19.
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