Por: Redacción/
La incorporación de la UNAM para participar en la elaboración de la nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación (LGCTI) es una propuesta acertada y bienvenida por la Universidad, afirmó William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica (CIC).
Se trata de una propuesta que debe concretarse con reuniones, trabajo y la incorporación de opiniones de expertos e instituciones que sean tomadas en cuenta para que esta legislación sirva al país, subrayó.
Lo anterior, luego del anuncio de María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el marco de la firma de un convenio de colaboración entre ese organismo y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). “Solicitaré al rector Enrique Graue ayudar en la organización de una mesa de trabajo para intercambiar ideas y propuestas entre colegas científicos y juristas, a fin de trabajar en la nueva LGCTI”, agregó la funcionaria.
“Soy universitaria y creo en la función de la Universidad, en la fuerza de su carácter autónomo y público, y en el valor del diálogo y la discusión civilizada y serena”, expuso.
Ante integrantes y representantes de consejos, asociaciones y foros científicos del país, Álvarez-Buylla reiteró su llamado a los científicos, tecnólogos y estudiantes para construir “una gran comunidad científica, plural, diversa, con muchas visiones, voces y enfoques, siempre en beneficio del país.
“Las críticas, el diálogo, el intercambio de ideas enriquecen; son un antídoto eficaz contra el pensamiento único y el dogmatismo”, dijo.
La funcionaria citó al exrector de la UNAM, Pablo González Casanova: “La Universidad es un factor de civilización humana, donde la discusión y el diálogo se anteponen a los insultos y las diatribas”, por lo que “es preciso abordar las discrepancias con honestidad, poner en el centro los intereses de la sociedad y del país”.
Durante su intervención, el coordinador de la Investigación Científica enfatizó la relevancia del sector de ciencia, tecnología e innovación para el país, la disposición de la comunidad académica para seguir trabajando por el bien de México, y la importancia de transmitir a la sociedad todos esos logros y beneficios que redundan en desarrollo y bienestar.
Al término de la firma del convenio entre la AMC y el Conacyt, William Lee detalló que la Ley General debe modificar el panorama en diversos ámbitos:
“Se debe asegurar tanto el financiamiento como los mecanismos para hacer el trabajo, que debe ser descentralizado; y con vocaciones regionales particulares para la nación. Además, tiene que contemplar los retos de vanguardia a nivel regional, nacional e internacional; fomentar la formación de personal y dejar clara la importancia fundamental de la libertad de cátedra y de investigación”.
Asimismo, manifestó que incorporar a las instituciones que hacen la ciencia en la elaboración de la ley es la manera más adecuada para que ésta tenga fuerza, aplicabilidad y utilidad para la sociedad.
“Estamos atentos a la invitación. No hay, hasta donde sé, un formato ya definido, tiene que ser una discusión inclusiva, plural y de crítica constructiva. La única fecha límite es finales de 2020, cuando la legislación tiene que estar aprobada conforme a las reformas constitucionales de 2019”, concluyó.
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