Por: Redacción

La defensa del medio ambiente exige crear conciencia entre la población sobre su papel para proteger, restaurar y conservar los ecosistemas naturales y la biodiversidad, afirmó el doctor Carlos Enrique Galindo, director general de Comunicación de la Ciencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

“Hay un escaso conocimiento de la naturaleza por parte de la gente, particularmente en México”, lo cual es grave ante la crisis que ha llevado a “la pérdida de más de 50 por ciento” del hábitat, una problemática percibida por pocos.

El funcionario señaló que la tarea de difundir la situación corresponde al Estado, los investigadores y las instituciones académicas, pues el conocimiento produce “un cambio positivo en una etapa en la que urge restaurar los sitos que han sido depredados y llevados a un punto crítico en la pérdida de poblaciones y especies.

“La manera más efectiva de tener éxito es que cada uno hagamos un poco, pues la colaboración como sociedad es necesaria y el éxito sería factible debido a que somos millones de personas”, indicó en el Coloquio Comunicación y Divulgación de la Ciencia 2017. Comunicar ciencia para solucionar problemas globales y locales, en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El especialista ambiental expuso que la ciencia ciudadana es la participación de la sociedad en actividades que son propias de los científicos, mediante diligencias que van desde recoger y analizar datos y muestras, hasta tomar fotografías, diseñar estudios y difundir resultados con el apoyo de la tecnología.

La CONABIO tiene diversos programas de fomento a la cooperación para la observación científica de la naturaleza, entre ellas aVerAves, donde grupos de espectadores llevan un seguimiento de las aves que miran o Naturalista que es una red social con aplicaciones móviles en la cual la imagen compartida del insecto, planta o mamífero contribuye a hacer el mapa de la especie.

El biólogo y doctor en Filosofía consideró que parte de la indiferencia o desconocimiento de la flora y la fauna se debe a que 70 por ciento de la población vive en centros urbanos, lo cual la hace menos sensible y consciente del valor y del respeto por la naturaleza.

En la Mesa temática Ciencia ciudadana y medio ambiente la maestra Ana Cecilia Lopera, del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer que el proyecto Terramóvil divulga la Ciencia de la Tierra acerca a niños, jóvenes y público en general al mundo de las Geociencias.

El programa consiste en realizar visitas a centros educativos públicos y privados donde se instalan talleres interactivos que despiertan la curiosidad y crean conciencia sobre lo que sucede en el entorno.

El objetivo es enseñar las diferentes disciplinas de las ciencias de la Tierra, su repercusión en la vida diaria y las maneras de protegerse ante los desastres, además de avivar el interés sobre el cuidado, la conservación y el aprovechamiento de los recursos naturales.

Los bloques temáticos en los que trabajan son: el suelo bajo mis pies: ¿mugre o sustento de vida?; beneficios y prejuicios del agua; sismos, ¿cómo está la movida?; convivo con volcanes: amigos explosivos; testigos del cambio climático; una mirada a la Geología y manejo de residuos sólidos.

El doctor Diego Méndez Granados, adscrito al Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa, desarrolla la investigación Reconstrucción de marcos teóricos de movimientos sociales-culturales: la defensa del maíz nativo y los museos comunitarios del estado de Oaxaca, que muestra la participación de los pueblos y su lucha por resguardar las tradiciones.

La salvaguardia del maíz criollo en Oaxaca está activa desde 2002 y cuenta con la colaboración de organizaciones campesinas e indígenas, asociaciones de ambientalistas y colectivos culturales provistos de fundamentos teóricos y conceptuales en torno a los peligros que representa la agricultura empresarial a gran escala para la agrodiversidad.