- Por primera vez, la Universidad Nacional se incorporó a la elaboración del Reporte Horizonte 2022, realizado por más de dos mil organizaciones.
Por: Redacción/
Los principales retos que enfrenta la educación superior y media superior en México y el mundo implican mayor uso de sistemas de inteligencia artificial para el aprendizaje, espacios híbridos o mixtos, así como desarrollo permanente del profesorado para mejorar sus habilidades de enseñanza en las diferentes modalidades.
Lo anterior de acuerdo con el Reporte Horizonte 2022, documento que identifica las principales tendencias que impactan a la enseñanza superior en el orbe y en cuya elaboración participó el titular de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED) de la UNAM, Melchor Sánchez Mendiola.
El doctor en Educación en Ciencias de la Salud compartió que la elaboración del documento fue convocada por EDUCAUSE, organización sin fines de lucro y la más grande del orbe en el tema de tecnología para la enseñanza, pues aglutina a más de 100 mil miembros interesados en el tema, pertenecientes a más de 2 mil 100 organizaciones que trabajan la enseñanza a distancia y en línea; esta es la primera ocasión en la que la UNAM es invitada a participar en la elaboración del Reporte Horizonte.
“La educación superior nunca será la misma y tenemos que incorporar las herramientas digitales como parte de nuestra cotidianidad educativa, apoyar institucionalmente a docentes y estudiantes, y participar con las autoridades para proveer una buena conectividad dentro y fuera de nuestros campus”, afirmó Sánchez Mendiola.
Sobre el informe, disponible de forma gratuita en https://library.educause.edu/resources/2022/4/2022-educause-horizon-report-teaching-and-learning-edition, el titular de la CUAIEED detalló:
Fue elaborado por 57 especialistas de diversos países. Por parte de México fue invitado un representante de la UNAM y otro del Tec de Monterrey, quienes de septiembre de 2021 a enero de 2022 debatieron sobre las principales tendencias que influyen en la educación superior en el futuro cercano, en cinco categorías: social, tecnológica, económica, medio ambiente y política.
Lo anterior implica temas como calentamiento global, impacto de las tecnologías en el proceso educativo, trabajo remoto, inestabilidad económica y, por supuesto, lo que ocurrió con la pandemia, acotó Sánchez Mendiola.
En cada apartado se realiza una serie de recomendaciones y se plantea el panorama de estas tecnologías, su relevancia, ejemplos de uso a nivel internacional, costo, impacto en el aprendizaje, qué tanto requieren de nuevas habilidades de docentes y estudiantes. Asimismo, se efectuaron reportes de su potencial repercusión en cinco países: Australia, Canadá, México, Arabia Saudita y dos ejemplos de universidades en Estados Unidos.
Parte fascinante del proceso, comentó el investigador, es observar cómo tenemos diferencias y semejanzas entre los sistemas educativos de las diversas naciones. Por ejemplo, en EUA la educación superior es extremadamente costosa, comparada con México que tiene un amplio sistema público gratuito, así como con Australia, Argentina, Chile y otras naciones de Europa.
“Fue muy interesante ver los problemas comunes, como el reto de la formación continua del profesorado para que desarrollemos habilidades en el uso de estas herramientas, utilizando principios pedagógicos y didácticos sólidos. Otra situación común fue la profunda alteración de nuestras vidas por la pandemia, en la que vivimos en mayor o menor grado el confinamiento y sus efectos educativos, psicológicos y sociales, que fueron muy altos en todos lados”, destacó el también profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Entre los desafíos que México enfrenta, puntualizó Sánchez Mendiola, está la baja cobertura de educación: de cada 100 estudiantes que ingresan al sistema educativo nacional, solo 39 entran a la superior; de ellos 26 terminan una carrera; la cifra es aún menor en posgrado.
Nuestro país, expresó, tiene además desafíos como el financiamiento, la importancia de reconocer la labor docente; la brecha digital que existe entre diferentes universidades e instituciones privadas y públicas, pues una cantidad importante de estudiantes está en condiciones socioeconómicas adversas que les dificultan adquirir dispositivos digitales.
Hacia las tecnologías del futuro
En el caso de la UNAM, detalló, la creación de la CUAIEED consolidó el proyecto institucional para fortalecer la educación a distancia, integrándola con la formación docente, la innovación educativa y la evaluación. Esta dependencia cuenta con equipo humano, así como los recursos materiales y tecnológicos necesarios para dar soporte desde los diferentes niveles de bachillerato hasta los posgrados.
En los dos últimos años se trabajó para contar con material de apoyo a los docentes y de evaluación para el aprendizaje. Desde la Rectoría y las dependencias centrales se impulsan proyectos y estrategias como PC Puma, que permite a los estudiantes el uso de equipos de cómputo en ambientes seguros y el préstamo de dispositivos digitales para ellos y profesores.
Otra situación, dijo Sánchez Mendiola, es que gran parte del material digital disponible en el mundo está elaborado en inglés y en otros países, además que una cantidad importante tiene costo. La labor que se ha llevado a cabo en estos años es desarrollar producto propio y sobre eso tenemos iniciativas en la CUAIEED y en varias entidades académicas de la UNAM, a fin de contar con material local, alineado con los programas y planes de estudio, en español, y que sea de acceso abierto y sin costo para nuestros alumnos y profesores.
Además, la Universidad Nacional es parte de la iniciativa nacional Espacio Común de Educación Superior a Distancia (ECOESAD), en la cual participan más de 30 universidades mexicanas para elaborar estrategias, productos, modelos, material digital para apoyar a la educación a distancia. La Coordinación colaboró con esta agrupación generando múltiples proyectos como repositorios y elaboración de materiales para la enseñanza.
Asimismo, los cursos masivos abiertos y en línea (MOOC) que ofrece la Universidad y cuyos usuarios a nivel global suman más de 4.8 millones. Son una multiplicidad de proyectos que permiten que esta casa de estudios participe en diversos ámbitos en beneficio de los estudiantes, la población general y la comunidad universitaria, afirmó Sánchez Mendiola.
Respecto al uso de analítica del aprendizaje, que implica la medición, recopilación, análisis e informe de datos sobre los alumnos y sus contextos, el investigador precisó:
Hay proyectos latinoamericanos como LALA, en el que coadyuvan naciones como Ecuador, Chile, España y actualmente se propone sumar a México. Con expertos de Hispanoamérica se sigue la huella digital de los estudiantes en su aprendizaje por las plataformas digitales, para identificar su avance de manera apropiada y poderlos asistir de forma adecuada en sus trayectorias.
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